Francina

Francina
Marta Brunet
Hija de una madre enfermiza, el padre siempre ausente. en largos viajes de negocio,
Francia, en la enorme casona vivía a su antojo malamente vigilada por una institutriz.
Alta, fuerte con largos brazos de mano, la cara de manzana, los pelos engrifados y los ojos
demasiados claros, demasiado exótica la chiquilla tenia una sola preocupación : leer.
Devoraba todo lo queno era de enseñanza Diarios, revistas, cuentos, novelas eran su
anhelo. Lo otro aquello que modemoisalle quería obligar a leer - ¿eso? -, no le interesaba
que la tierra era redonda , que el año tal los grados asolaron la Europa, , que el agua se
llamara H2O en la fórmula química, que el rastro que deja el punto al poner en
movimiento fuera raja ¿ para que saberlo?
A ella le gustaba lamaravillosa , lo que no tenía explicación posible sino poder de seres,
de fuerzas ocultas. Y como no encontrará lo maravillosa en su vida de muchachita
burguesa, se hurtaba a ella para vivir las aventuras de cuentos libro podía leer .
Tendida de bruces en el suelo , sobre una alfombra, cuando el frío la releía en el interior,
en el pasto de los prados cuando el calor la echaba al parque cansada,contraído por la
tentación con la sensibilidad alerta, hiperestesiada, francina leía encarnándose en cada
personaje, con el músculo de acero, el ceño duro y el alma de valor cuando el héroe la
entusiasmaba de batallas; llena de amarguras por la tristeza de un enamorado en
desgracia; sintiendo el corazón lleno de odio y gesto solobre de un ruin envidioso; toda
ternura con el suspirar de una cautivamaravillosa bella; rebosando clarinados por su boca
de un guerrero vencedor; audaz de piraterías en el aborde de un corsario; todos las vidas
que encierran todas los libros que un niño puede leer; las vivía Francia .
Luego de leer venía la holgazana, inmovilizada de ensoñaciones. Pero al correr del
tiempo fue tomándole gusto a representasentar lo que leía y enseñaba y –desde que diera
coneste nuevo placer – las horas eran cabalgables en un palo; de envolverse en una colcha
de una topa de sopera en la cabeza y un plumero en la mano; de decirle “varilla de virtud”a
cualquier ramita que encontrara en el camino; de guardar la medianoche para ir a ver los
elfos salir de las flores; de ordenarse con tiras de papel a grandes saltos danzar el rito
religioso de unos salvajes; de mirarcon anisas debajo de todos los pedruscos buscando a
los nomos guardadores de tesoros.
No la arredraba la realidad; mejor dicho no llegaba a verla. Era tan grande u fantasía, que
cuando imagina se le tornaba palpable , y su palo era un brioso caballo que la hacia jadear;
y la colcha, el mas hermoso manto de armiño; y la tapa del sopera , una corona de perlas;
y el plumero, canasto de oro; y laramita le concedía cuando le pidiera; y en la
medianoche veía a los elfos baila rondas de locura con las hadas; y el rito sagrado le
dejaba un fetichismo que hacia a dorar cualquier cosa desde el sol hasta una raíz de forma
extraña; y los nomos solían traer gemas estupendas.
Así era la vida Francina.
A veces la institutriz protestaba y llegaba quejosa hasta las señora enfermaba o hasta elseñor en sus cartas estadas en la casa. La madre solo sabía disculpar a la niña, buscando
motivos de perdón y tolerancia en su propia gran terneza. El padre- con su voz de imperiotronaba
amenazas y represiones contra la chiquilla, que lo oía muy seria, muy abierto los
ojos, muy distantes el pensamiento se decía “ Parece barba azul. Pero no, ahora, con
bigotes erizados, es igual al rey almaviva, elde los elefantes de oro”
Y no demostraba arrepentimiento ni prometía enmudimiento. Las caricias de la madre y
las represiones del padre no le bajan huella alguna la Modenoisella acabo por aburrirse y
abandonada a su placer.
A los catorce años, descompaginaba por el crecimiento, fea y sin gracia, Francina tenia
alma de niña en un cuerpo de mujer. Seguía siendo una desarraigada de la vida,...