FRANCISCO DE ASÍS CABRERO, ARQUITECTO. JUVENTUD Y EL DESEO DE SER PINTOR (1912-32)
JUVENTUD Y EL DESEO DE SER PINTOR
(1912‐32)
El que no sea un gran escultor y un gran pintor no puede ser
arquitecto, pues si no es escultor y pintor solo puede ser un simple
constructor1.
(RUSKIN. 1854)
Fig. 1 Francisco Cabreo en su juventud. (Legado 02, 2007)
Francisco de Asís Cabrero Torres‐Quevedo nació en Santander en el seno de una
familia tradicional burguesa. La especial relación de su familia, tanto con las Bellas
Artes como con la Ingeniería, condicionará definitivamente su formación en aquellos
primeros años.
Su padre, José Cabrero Pons, fue estudiante de Ingeniería en Lovaina y es allí donde
trabó amistad con el pintor bilbaíno Juan de Echeverría, también estudiante de
Ingeniería en la Universidad de Lieja. Las relaciones personales de este último con los
artistas vascos de final de siglo le llevará a Bruselas, donde tomó contacto con los
pintores Francisco Iturrino y Darío de Regoyosl, y con el escultor Francisco Durrio. En
1900, José Cabrero se desplazó a París para estudiar Pintura en la academia libre de
“La Palette”2 En la capital francesa, hasta su vuelta a España en 1909, fue espectador
directo de las nuevas propuestas, y participó de las inquietudes de las escuelas
plásticas del cambio de siglo. Ya en Santander, surgió su relación con el pintor Solana y
con el escritor Ramón Gómez de la Serna. José Cabrero fue parte imprescindible de aquel Madrid de revueltas y de cambios, como muestra su presencia en el cuadro de la
Tertulia de Pombo (1950) de Solana.
1
RUSKIN. Apéndice de Las lecturas de Edimburgo. 1854. P. COLLINS. Los
ideales de la arquitectura moderna. Capítulo XXIII. Editorial GG. Barcelona
1970. P 277.
2 Academia Vanguardista de París de la que sería alumno y profesor, entre
otros OZEENFANT.
Pepe (como era conocido el pintor por sus conocidos) contrajo matrimonio con Ana
Torres‐Quevedo, quince años más joven que él. Así como Pepe era de una familia de la
ciudad de Santander, Ana venía del Valle de Iguña. Aunque nació en Madrid, donde su
padre militar estuvo destinado (Leonardo Torres Quevedo), fue en Iguña donde pasó su infancia y formación, estando la música entre ellas. Este gusto por la música sería
transmitido a Francisco Cabrero con posterioridad.
Fig. 2 José Cabrero Pons. Detalle
de la Tertulia de Pombo. 1950.
Fig. 3 Ana Torres‐Quevedo
Olsop. Por Francisco Cabrero.
El abuelo materno de Francisco Cabrero, Leonardo Torres‐Quevedo, fue ingeniero, matemático e inventor, miembro de la Real Academia de la Lengua y de las de Ciencias
Exactas, Físicas y Naturales. Dotado de una regular fortuna, dedicó gran parte de su
vida a la investigación, tras un breve paso por la Compañía de Ferrocarriles del Norte.
Con un talento e inventiva naturales, Leonardo Torres‐Quevedo exploró los campos
más heterogéneos de la técnica. De su ingenio salieron tanto máquinas recreativas, como máquinas algebraicas de calcular. Su afán de adelantarse a los tiempos le llevó al
campo de la aeronáutica, con la invención del dirigible Astra‐Torres de gran
repercusión en Francia e Inglaterra; al de las telecomunicaciones, con la construcción
del primer mando de control remoto llamado TeleKino; y al de la ingeniería civil, con la
construcción de los transbordadores del monte Ulía de San Sebastián y las cataratas
del Niágara.
Fig. 4 Leonardo Torres‐
Quevedo. Ingeniero,
matemático e inventor.
Esta herencia de su abuelo, con el cual vivió en sus años de estudiante en Madrid,
representa para Cabrero, la objetividad y la disciplina a la hora de enfrentarse a todo
problema plástico, y el empeño como ...
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