Fraser

Caso 1
La visión de Fraser muestra que este grupo social sufre injusticias distributivas y de reconocimiento.
A partir de la perspectiva de la distribución (de dominio económico), sus integrantes soportan las iniquidades propias de las relaciones económicas con el mercado o medios de producción: bajos ingresos, explotación –ej. carga horaria- y trabajos indeseables que deben admitir por lascondiciones de precariedad e informalidad laboral en que se encuentran, lo cual genera a su vez una mayor marginación económica y privaciones diversas –desde lo material hasta la vulneración derechos/recursos.
Las injusticias que estos sectores populares sobrellevan desde el reconocimiento (ámbito cultural) surgirían especialmente de los distintos estándares sociales (representación,interpretación y comunicación), trayendo aparejado una marcada intolerancia hacia ellos (sus opiniones, etc.) y su cultura. Sobre el tema en general, la autora destaca como ejemplos de este tipo de injusticia: la dominación cultural (estar sujeto a patrones de interpretación y comunicación asociados con otra cultura y ser extraños u hostiles a los propios), el no reconocimiento (hacerse invisible a travésde prácticas representativas, interpretativas y comunicativas de la propia cultura); y el irrespecto (ser calumniado o menospreciado habitualmente en las representaciones culturales públicas estereotipadas o en las interacciones cotidianas). En este marco encajaría la estigmatización que este grupo social soporta, en cuanto quedar hermanado con la inseguridad y la comisión de delitos.
Desde lareflexión de Fraser este sector popular es una comunidad bivalente, porque presenta injusticias tanto económicas como culturales (mala distribución/erróneo reconocimiento). Incluso, pese a las numerosas concepciones rivales del reconocimiento social y la igualdad social, la escritora busca conjeturar cómo habríamos de conceptualizarlos para que cada uno apuntale al otro, en lugar de devaluarlo.Afirma entonces que los dos modelos se entrecruzan, porque los problemas de distribución que padece una clase explotada imposibilitan su reconocimiento en otros varios sentidos.
Si aceptamos entonces las distintas concepciones de las injusticias aquí tratadas, pero también que las dos se inciden una a otra, al apreciar integralmente todos los aspectos (socio cultural y económico), se percibevulnerada la participación de los jóvenes como estudiantes, no solo por el deterioro de la educación pública, sino por los problemas que los miembros de esta clase popular tienen para acceder y permanecer en las escuelas, desde la carencia de recursos básicos y la incorrecta redistribución de otros tantos –no por eso menos esenciales-.
Para aportar soluciones debería partirse del correctoreconocimiento, no del equivocado, ni tampoco del no reconocimiento. Lo contrario implicaría desprecia aún más a las personas. Las dos clases de injusticias deberían ser remediadas, persiguiendo acabar con la injusticia de género, terminar con ese círculo vicioso de subordinación cultural y económica donde ambos se ubican en mutua tensión: pueden interferirse e incluso obrar uno en contra del otro.
Lasmedidas que podrían impulsarse vinculadas a la idea de afirmación, estarían dadas por: bajar las cargas impositivas, incorporar estos sectores sociales al trabajo formal, reorganizar la división del trabajo, dar lugar a la redistribución de ingresos, y someter la inversión a decisiones democráticamente adoptadas.
En cuanto a las de transformación, debieran generarse a partir del cambio cultural osimbólico: revaluación cada vez mayor de las identidades irrespetadas y de los productos culturales de grupos menospreciados
Serán seguramente las soluciones más eficientes, aquellas que parten del poder ejecutivo más cercano a un grupo social determinado (geográficamente hablando). Los gobiernos municipales dirigiendo sus esfuerzos hacia la población más necesitada, elaborando, llevando a...