Frida Kahlo


„Unos cuantos piquetitos”, 1935
Este cuadro nos recuerda un principio de Heráclito: „Dionisos es lo mismo que Hades”. René Girard, en su libro „ La violencia y lo sagrado”, propone: „ La muerte es la peor violencia que puede sufrir un ser vivo; es, por consiguiente, extremedamente maléfica. Con la muerte, penetra la violencia contagiosa en la comunidad y los seres vivos deben protegerse deella”. Unos cuantos piquetitos habla de la tradición del Gran Piquete, esto es de la extracción del corazón para ofrendarlo al dios. Pero aqui debemos situar también la parte fársica de lo religioso y de la leyenda para entender el contenido de la obra: „ En numerosas mitologías, los dioses, espíritus o creadores míticos se dividen claramente en dos categorías, una „seria” la otra „cómica”. Hermesentre los griegos, Mercurio entre los latinos, son unos dioses cómicos. „Unos cuantos piquetitos” es también resultado de la picaresca, ya que en estas obras el principal ingrediente es la infidelidad; tema muy castizo y con una amplia tradición penal. Encontramos en el Ramo Criminal muchos expedientes de matrimonios mal avenidos compuestos por maridos celoso, posesivos y crueles y mujeres sumisasy muy sufridas. Dentro se esta usanza de la picaresca y del nacimiento de la nota roja ubicamos las hojas volante incluidas en esta muestra. Es la temática y estilística que utilizó Frida Kahlo: la del desastre divino.
La escena: una cama cubierta por sábanas blancas manchadas de sangre; sobre éstas una mujer desnuda brutalmente herida; junto a la cama el hombre que pudiéramos inferir ha sidosu compañero amoroso. En el lecho, sobresale una pequeña y delicada orilla de encaje perteneciente a la almohada en la que descansa la contrastante, alborotada y sangrante cabeza de la mujer.
Tanto su manita, como su pie izquierdos se extienden hacia el espectador implorando por su salvación. La posición central del lecho de muerte, el amante aún con el puñal en la mano y una de las tajadurassobre el corazón remiten al centro de un ritual de sacrificio prehispánico.
En Unos cuantos piquetitos el cuerpo es por excelencia el contador de la historia; la mancha de sangre que se expande por el marco del cuadro, acerca más la escena expuesta y la hace más vívida para el espectador. Como en el teatro existe una actualización temporal en la experiencia receptora que experimenta laauténticamente vivencia de un momento atroz. En el aquí y el ahora, nuestro espacio es el lugar de la violencia y la trasgresión. Al igual que en una representación teatral somos receptores inmediatos del discurso artístico. Asimismo, la ya señalada austeridad de la escena, así como su disposición hacen más vívida la imagen, esa animación, es precisamente la que le confiere teatralidad. Los personajes queKahlo pinta hablan por las heridas, expresan su interior a través de un cuerpo mutilado, o de “unos cuantos piquetitos”.
El cuerpo nos invita a mirar, a observar el sufrimiento del interior humano a través de las llagas, el desvanecimiento, el dolor y la sangre. La actitud que se revela en Unos cuantos piquetitos es la de un espíritu lúdico no menos sarcástico y cruel que el que Kahlo representó desí misma en el resto de su producción. Particularmente en este cuadro el humor es introducido por el listón que pende sobre toda la escena, en él está inscrita una leyenda que dice: UNOS CUANTOS PIQUETITOS. El listón a su vez es sostenido por dos palomas, una blanca a la derecha y una negra a la izquierda. Dos palomas, dos símbolos: la dualidad del bien y el mal sobre la cual pende la existenciadel hombre. La paloma blanca símbolo de pureza, paz y concordia es capaz de convivir en la proposición estética, con una paloma negra de mal augurio. En la tensión de ambas se genera la ambigüedad, por un lado sentimos una repulsión, pero por el otro somos poderosamente atraídos, sentimos las mismas ganas de llorar y de reír. La obra permite transitar al espectador por estos dos polos; el texto...