Futbol en lkois ayeres
Mi pasión por el “el mejor espectáculo del mundo” se despertó por allá en 1978, cuando tuvo lugar el Mundial en Argentina. Yo contaba apenas 9 años . Y quizás por la voluntad y aficciónde los adultos que me rodeaban y que “manipulaban” los televisores de tubos, veía sobretodo jugar al equipo gaucho . En aquel evento me llamaron poderosamente la atención sobre todo el ariete de la selección albiceleste Mario Alberto Kempes y el arquero Hugo Matildo Fillol; Maradona aun no existía en el concierto mundial del fútbol ...Los goles de Kempes y las atajadas de Fillol, tambiénquedarían por siempre en mi memoria!
Ahora, estoy plenamente convencido que sólo un mundial de fútbol he seguido en su totalidad, aquel de 1982, realizado en España. Tenía 13 años y le hacía frente a una edad relativamente tranquila, ajena a preocupaciones o graves traumas psicológicos. Qué año aquel, lejos de toda turbulencia adolescente y de preocupaciones adultas! Creo que eso me ayudó a seguir partidoa partido y hasta casi llenar un album con las “monas” que se recortaban de los mismos periódicos ...
La vida de seminario (que habia comenzado en 1988) me ayudó a progresar en el fútbol y a aumentar cada día mi aficción por él . Después del América yo llegué a entusiasmarme con el equipo de la capital de mi departamento.... En 1991, comencé a interesarme en el Once Philips como se llamaba enese entonces. Porque me dije a mí mismo, no era justo ignorar y olvidar de apoyar el equipo de mi región...Cada domingo comencé a escuchar la radio y a estar al tanto de lo que sucedía con el equipo blanco de Manizales. Y fue justo en esos años que el equipo caldense empezó un camino que lo llevaría a la cima en el 2003 cuando ganaría por segunda vez y después de casi cincuenta años el torneocolombiano y en el 2004 cuando consiguiera para Colombia la segunda Copa Libertadores de América, superando a los grandes Sao Paulo de Brasil y Boca Juniors de Argentina. Irónicamente no pude seguir los partidos más importantes de mi equipo albo por las lejanías y las limitaciones que tiene la misión, pero todo ese sacrificio se lo ofrecí al Señor, porque en esos momentos cumbres del deporte...
Regístrate para leer el documento completo.