generacion del 98
En este capítulo, Augusto - que es un personaje creado por Miguel Unamuno en su novela – se enfrenta asu autor.
Se presenta en su casa con la finalidad de comunicarle que se quería suicidar y allí comienza un enfrentamiento entre el escritor y su personaje de ficción, de donde sedesprende una actitud pesimista y de frustración, propia de los autores de la generación del 98.
De esta pieza surge claramente la preocupación y el sentimiento nacionalista y patriótico, comoasí también un gran entusiasmo por la pertenencia y la identidad de lo español. Por ejemplo, en un momento Augusto le dice: “no sea tan español, don Miguel” y Unamuno con orgullo responde: “…¡Pues sí,. Soy español, español de nacimiento, de educación, de cuerpo, de espíritu, de lengua y hasta de profesión y oficio; español sobre todo y ante todo y el españolismo es mi religión, yel cielo en que quiero creer es una España celestial y eterna y mi Dios español, el de Nuestro Señor Don Quijote, un Dios que piensa en español y en español dijo: ¡sea la luz!, y su verbofue verbo español…”
Unamuno utiliza un lenguaje sencillo, más cercano a la lengua de la calle y recurre a frases y palabras tradicionales, como ser cuando le señala a Augusto que puede hacerde él “lo que le da la real gana” o cuando expresa “si, conozco esa cantata”
Se evidencia, también, una cuota de existencialismo y se establecen dudas sobre la realidad y la ficción.Ello, en cuanto el cuestionamiento constante que se hacen Augusto y Miguel respecto a la existencia de la vida de uno sin el otro y el concepto de ser. Por ejemplo: “No sea, mi querido donMiguel… que sea usted y no yo el ente de ficción, el que no existe en realidad, ni vivo, ni muerto…” ; “Dudas no… certeza absoluta de que tú no existes fuera de mi producción novelesca”.
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