Gradiva
“El Delirio y los Sueños en la <
Evaristo Peña Pinzon
Psicologo Universidad Nacional de Colombia
Docente Investigador Universidad Antonio Nariño
Elarqueólogo Norbert Hanold ha quedado prendado de un bajo relieve que encuentra en Roma, en el que figura una joven doncella, en postura de andar, en la imagen se ve que la joven “recoge un poco suvestido, que le cae en abundantes pliegues, de suerte que pueden verse sus pies calzados con sandalias”[1]. Freud apunta que la manera de caminar ahí figurada, lo inhabitual de ello, la diferencia[2], tienepara el personaje un particular encanto. Pero el mismo Hanold no atina a explicarse qué le llama la atención de esa figura, lo cierto es el efecto que a primera mirada surte en él la figura. Hanold leotorga un nombre a la doncella cuya traducción es “la que avanza”[3]. Desde allí comienza la serie de asociaciones delirantes que serán cadena de significantes para el personaje, cadena que expone ya la vez oculta un misterio por resolverse de la subjetividad del arqueólogo. De este encuentro nace el empuje por “aclarar las cosas haciendo observaciones al natural”[4], lo que lo esfuerza a unmodo de comportamiento ajeno a lo habitual en él, pues “el sexo femenino había sido hasta ese momento para él una entelequia de mármol o terracota”[5], es decir que no había prestado atención a lasmujeres contemporáneas a él. Ahora se dispone a hacer una investigación, tratando de encontrar ese rasgo del andar de Gradiva en otras mujeres, con la correspondiente frustración. Sus ideas delirantes lellevan a forjarle un linaje a Gradiva, un emplazamiento y una época, todos modos deícticos para poder ubicarse él mismo ante la imagen, pero sin lograrlo, porque existe una radical distancia...
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