Grecia cultura y ciudad

Grecia, cultura y ciudad
por
Emilio Mart’nez

"Nunca deshonraremos a Žsta, nuestra Ciudad,
con acto alguno de deshonestidad o cobard’a,
ni nunca abandonaremos a nuestros camaradas
que aguantan en las filas. Combatiremos por
los ideales y cosas sagradas de la Ciudad,
a solas y con muchos. Respetaremos y obedeceremos
las leyes de la Ciudad y haremos cuanto estŽ a nuestro
alcance para suscitar unrespeto y una reverencia
iguales en aquellos que est‡n por arriba de nosotros
y que podr’an anularlas o reducirlas a nada.
Nos esforzaremos incesantemente por promover
el sentido de deber c’vico en el pœblico.
As’, en todas estas formas, transmitiremos esta Ciudad,
no s—lo no menor sino mayor, mejor y m‡s hermosa
de lo que nos fuŽ transmitida a nosotros."

Introducci—n
El prop—sito de estas l’neasno es otro que el de retomar la propuesta inicial del
profesor Adrados acerca del papel del mundo griego en el proceso civilizatorio. Apenas es
necesario recordar que en general buena parte de los ideales pol’ticos modernos y
contempor‡neos consustanciales a la idea de ciudadan’a (la justicia, la libertad, la
democracia o el respeto a la ley ciudadana) son derivaciones m‡s o menos pulidas de lasnociones originales del mundo griego. Nuestras instituciones se miran en aquellas creadas
por el hombre griego para articular sus valores, normas y formas de conducirse en la vida
colectiva. La propia ciudad, la polis -y no tanto por lo que se refiere al continente, m‡s bien
tosco, sino al contenido c’vico-, representa una de las creaciones m‡s importantes de la
cultura griega cuya grandezacontribuy— a ensalzar. Es en la ciudad, instrumento y resultado
del genio griego y de sus normas convivenciales, donde tiene lugar la experiencia mœltiple
de la vida social. La ciudad adquiere vida en y por la ciudadan’a; por esa raz—n se hace m‡s
preciso para nosotros el juramento de los j—venes atenienses en la defensa y el respeto a la
ciudad.
En este sentido, lo que yo quisiera es abordar una peque–areflexi—n sobre la
aportaci—n de la cultura griega no s—lo a la historia del urbanismo sino tambiŽn al
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Sociedades, civilizaciones y culturas mediterr‡neas

mantenimiento y recreaci—n de sus formas de organizaci—n c’vica. La construcci—n de la
ciudad no puede entenderse m‡s bajo una exclusiva concepci—n compositiva: ayer como
hoy, la ciudad es un artefacto cotidiano. La forma que adopta elconjunto urbano (urbs),
bien responda a un crecimiento org‡nico, bien a un modelo preconcebido, se encuentra en
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’ntima conexi—n con el cuerpo social (civitas) : la ornamentaci—n, el dise–o de los espacios
pœblicos y colectivos, el tratamiento formal de los lugares de culto y encuentro, o la dejadez
de la residencia privada s—lo pueden entenderse a partir de los valores y procesos socialesdesplegados por la ciudadan’a, en relaci—n con su cultura, sus s’mbolos y sus necesidades.
Como S—focles expres— en su Ant’gona, la ciudad es ante todo vida y gente. Partiremos
pues de la convicci—n de que existe una relaci—n dialŽctica entre la forma en que el espacio es
modelado y los procesos c’vicos (sociales, culturales, pol’ticos, etc.) tal como se presentan.
Una articulaci—n m‡s o menos precisa quese mejora en el tiempo y por la cual, sobre todo
en el mundo griego, podemos forjar una idea cl‡sica de lo que representa la ciudad: la
organizaci—n f’sica de la coexistencia (como ha afirmado recientemente RenŽ Schnobroodt) o
la forma y el s’mbolo de una relaci—n social integrada (Lewis Munford). La ciudad es algo
m‡s que un lugar en el mapa, es vida y drama en el tiempo (P. Geddes). Consideramos,as’,
que la propia estructura urbana, la forma en que se organizan sus partes y su relaci—n con el
todo, guarda una estrecha relaci—n con la manera en que la sociedad griega se organiza y/o
pretende hacerlo. Los substratos f’sicos, esto es, la morfolog’a de la ciudad, responden al
intento por consolidar las formas de pensar, de ser y de obrar propias de una cultura.
Para acometer esta tarea es...