Julio Cortazar Despues Del Almuerzo

Páginas: 16 (3796 palabras) Publicado: 30 de agosto de 2015
Julio Cortázar
Después del almuerzo

De Final de juego, Buenos Aires, Punto de Lectura, 2007.

Después del almuerzo yo hubiera querido quedarme en mi cuarto
leyendo, pero papá y mamá vinieron casi en seguida a decirme que esa
tarde tenía que llevarlo de paseo.
Lo primero que contesté fue que no, que lo llevara otro, que por favor
me dejaran estudiar en mi cuarto. Iba a decirles otras cosas,explicarles por qué no me gustaba tener que salir con él, pero papá dio
un paso adelante y se puso a mirarme en esa forma que no puedo
resistir, me clava los ojos y yo siento que se me van entrando cada vez
más hondo en la cara, hasta que estoy a punto de gritar y tengo que
darme vuelta y contestar que sí, que claro, en seguida. Mamá en esos
casos no dice nada y no me mira, pero se queda un poco atráscon las
dos manos juntas, y yo le veo el pelo gris que le cae sobre la frente y
tengo que darme vuelta y contestar que sí, que claro, en seguida.
Entonces se fueron sin decir nada más y yo empecé a vestirme, con el
único consuelo de que iba a estrenar unos zapatos amarillos que
brillaban y brillaban.
Cuando salí de mi cuarto eran las dos, y tía Encarnación dijo que
podía ir a buscarlo a la piezadel fondo, donde siempre le gusta
meterse por la tarde. Tía Encarnación debía darse cuenta de que yo
estaba desesperado por tener que salir con él, porque me pasó la mano
por la cabeza y después se agachó y me dio un beso en la frente. Sentí
que me ponía algo en el bolsillo.
—Para que te compres alguna cosa —me dijo al oído—. Y no te
olvides de darle un poco, es preferible.
Yo la besé en lamejilla, más contento, y pasé delante de la puerta de
la sala donde estaban papá y mamá jugando a las damas. Creo que les
dije hasta luego, alguna cosa así, y después saqué el billete de cinco
pesos para alisarlo bien y guardarlo en mi cartera donde ya había otro
billete de un peso y monedas.
Lo encontré en un rincón del cuarto, lo agarré lo mejor que pude y
salimos por el patio hasta la puerta que dabaal jardín de adelante. Una
o dos veces sentí la tentación de soltarlo, volver adentro y decirles a
papá y mamá que él no quería venir conmigo, pero estaba seguro de
que acabarían por traerlo y obligarme a ir con él hasta la puerta de
calle. Nunca me habían pedido que lo llevara al centro, era injusto que
me lo pidieran porque sabían muy bien que la única vez que me
habían obligado a pasearlo porla vereda había ocurrido esa cosa
horrible con el gato de los Álvarez. Me parecía estar viendo todavía la
cara del vigilante hablando con papá en la puerta, y después papá
sirviendo dos vasos de caña, y mamá llorando en su cuarto. Era injusto
que me lo pidieran.
Por la mañana había llovido y las veredas de Buenos Aires están cada
vez más rotas, apenas se puede andar sin meter los pies en algúncharco. Yo hacía lo posible para cruzar por las partes más secas y no
mojarme los zapatos nuevos, pero en seguida vi que a él le gustaba
meterse en el agua, y tuve que tironear con todas mis fuerzas para

obligarlo a ir de mi lado. A pesar de eso consiguió acercarse a un sitio
donde había una baldosa un poco más hundida que las otras, y cuando
me di cuenta ya estaba completamente empapado y teníahojas secas
por todas partes. Tuve que pararme, limpiarlo, y todo el tiempo sentía
que los vecinos estaban mirando desde los jardines, sin decir nada
pero mirando. No quiero mentir, en realidad no me importaba tanto
que nos miraran (que lo miraran a él, y a mí que lo llevaba de paseo);
lo peor era estar ahí parado, con un pañuelo que se iba mojando y
llenando de manchas de barro y pedazos de hojassecas, teniendo que
sujetarlo al mismo tiempo para que no volviera a acercarse al charco.
Además yo estoy acostumbrado a andar por las calles con las manos
en los bolsillos del pantalón, silbando o mascando chicle, o leyendo
las historietas mientras con la parte de abajo de los ojos voy
adivinando las baldosas de las veredas que conozco perfectamente
desde mi casa hasta el tranvía, de modo que sé...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Cuento ‘’después del almuerzo’’ por julio cortázar.
  • Julio cortazar
  • Despues del almuerzo
  • Despues del Almuerzo
  • Julio cortazar
  • julio cortazar
  • Julio cortazar
  • Julio cortázar

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS