guayaquil

En la presente reedición de la magistral Novela Banano Amargo, Joaquín Díaz Hoyos propone un justo homenaje a la trayectoria literaria de este Ilustre Esmeraldeño y a la difusión más amplia de esta obra, que nos ubica en un tiempo y contexto histórico, cultural, antropológico y social, vinculado a la actividad bananera, particularmente a Esmeraldas en los años 60 a 80.
Banano Amargo es unretrato del alma, de la vida, de los rostros y paisajes esmeraldeños, con naturalidad de su luz, penumbras y sombras.
A través de Procopio Tenorio, se cuenta la vida, sudores y desesperanzas de los campesinos y obreros portuarios, la injusticia y la explotación del hombre por el hombre y la naturaleza, destruida inmisericordiosamente en medio de la complicidad e indolencia de funcionarios públicos,causando la destrucción del medio ambiente.
Esta obra es una denuncia y un llamado a la reflexión y al compromiso de toda la sociedad, especialmente de los y las jóvenes.
Patricia Galvez, CEDEAL
JUSTIFICACION
EL UNIVERSO DE GUAYAQUIL de agosto de 1971 publico un editorial “Orientación para el campesino”, ponía al descubierto la tragedia de la población campesina en el Ecuador. Respondiendo estellamado a este llamamiento actualice algunos apuntes sobre la materia que constituyen el contenido de esta novela.
Mis ancestros familiares vienen del campo. Yo nací en la parroquia rural Montalvo y permanecí en ella hasta la pubertad. Luego he alternando visitando el campo, viviendo o radicando en él como profesor. He servido a esta porción de la sociedad provincial. Como periodista,político, profesor, escritor y agricultor. Conozco sus costumbres, las comparto y las quiero.
Compartiendo con las apreciaciones del Editorial de “El Universo”, me sentí obligado como patria, abandonado y explotado por todos.
El primer auge bananero en Esmeraldas tuvo lugar entre los años 1950-1997 en el cual muchas cosas cambiaron en la provincia. La juventud generacional en ese lapso disfruto laholganza en la ciudad, abandonando sus estudios para entregarse a los placeres y finalmente terminar en una cantina. Después sobrevino una ostensible paralización económica que advino en aguda crisis.
Hoy una vez más se emprendió en este monocultivo, pero en circunstancias diferentes a los cultivos de ayer. Todo lo cual encareció notablemente el costo de los sembríos. Al contrario de antaño que sesembró indiscriminadamente en toda la provincia y con el concurso de los pequeños propietarios, ahora las áreas de sembríos fueron restringidas y seleccionadas.
Hoy se vislumbran días sombríos para este negocio bananero por la restricciones de la comunidad Europea en su sistema de cuotas para los países productores de Sudamérica.
Desde los años 70 hasta el presente se han experimentados algunoscambios en el medio campesino.
La escuela de entonces conto con el profesor abnegado que asentado en la comunidad, compartía con ella vivencias. En la actualidad, rompiendo el equilibrio entre su misión educadora y sus derechos clasistas y por las facilidades de traslado de la zona a la ciudad, si es que va a su escuela, lo hace tarde, mal o nunca; permanece pocas horas en ella, ejerciendo unalabor sin amor, deficiente y desintegrada.
La iglesia ha tenido un comportamiento positivo.
La vialidad cruzó de caminos la provincia, en un medio impreparado, sin la consiguiente preocupación gubernamental para llevar al campo la seguridad, salud, escuelas, trabajos, techo, sana recreación, etc., propicio el desarraigo escolar, la delincuencia, las desigualdades salariales, políticas y socialesque le obligaron a salir del campo.
El valor del dinero en el momento en el que se desarrolla la novela, parecería insignificante, pero ello nos da una imagen de la devaluación del sucre.
La política se torno empresarial, se degradó la función y se corrompió al máximo al electorado.
Aspiro a que esta obra, no sea un libro más en la bibliografía esmeraldeña, si no una página para el...