Guión Quién De Nosotros (Mario B.)

Marcelo I 
Hoy puedo decirles que no estoy seguro. El martes cuando fui a despedir a Alicia, estaba convencido de que esta era la mejor solución. En el fondo es lo que siempre quise, que ella enfrentara sus remordimientos. No tengo rencores, no puedo tenerlos, ni para ella ni para Lucas. Pero quiero vivir tranquilo, sin esa suerte de fantasma que asiste a mis comidas, a mi descanso. De noche,cuando hablamos acerca de la oficina, de los chicos. De la sirvienta... Sé que ella piensa, "en lugar de éste podría estar Lucas, aquí, a mi lado, y no habría por qué hablar". La verdad es que ellos dos siempre fueron semejantes, aun cuando discutían agresivamente... Pero ella y yo somos indudablemente otra combinación... Tendemos a mirarnos y al mismo tiempo a huirnos las miradas... Como si cadauno supiera que hacer con el silencio del otro. De repente se producen esas pausas, en las que la presencia de Lucas se torna insoportable.
Cuando miro a Adelita o a Martín jugando tranquilamente en la alfombra, y ella también los ve, sé que vemos lo mismo: una sombra de vulgaridad que desprestigia sus caritas casi perfectas... sé que ella especula acerca de la luz interior, del toque intelectualque tendrían esos rostros si fueran hijos de Lucas en vez de míos
¿Pero saben que? A mi me gusta la vulgaridad de mis hijos... Me gusta que… reciten poemas que no entienden, No hagan preguntas acerca de cosas que realmente ni les importa. Serán prácticos, groseros (Martín en especial) en el peor de los casos, pero no absurdamente originales, y eso me satisface, aunque reconozca toda la torpeza,toda la cobardía de esta tímida, inocua venganza.
Silvana I
Me he decidido, ¿hubiera sido mejor discutirlo frente a frente, con la mayor serenidad posible? Tal vez, pero no importa. No puedo más, me voy con Lucas. No pienses lo peor, te lo ruego; paulatinamente llegarás a aborrecerme, pero de cualquier modo aunque para ti no haya explicación quiero explicarte todo.
Hemos incurrido en variasfaltas, estamos atrasados con nuestros retratos, tú respecto de mí y yo respecto de ti. Acaso ya no sea factible actualizarnos y estemos destinados a vivir con un falso recuerdo, ahora es horrible que te lo diga (incluso yo me doy cuenta), pero alguna vez te he querido de veras. A menudo pensaste con tu calma de siempre que yo quería a Lucas, y que me daba vergüenza admitir una mala elección pero teequivocabas. Cuando te elegí,  y antes de elegirte, me gustabas. Siempre me gustaste, me gustas aún. Entiendo cual fue el malentendido, yo discutía con Lucas, me entusiasmaba contradiciéndole y nos arrojábamos las mejores agudezas,  contigo en cambio, no había conflicto. Para ti esto significaba que de mi hacia a ti  había un gran desinterés y un profundo interés por Lucas. Jamás se te ocurriópensar en otra interpretación, me gustaba discutir con Lucas pero que no hubiese conflicto contigo solo significaba que éramos muy semejantes, y no sabes cuanto apreciaba esa sencilla paz que tenían nuestras conversaciones.
Nunca pude entender por qué insistías tanto en acercarme a Lucas. Lo aborrecí fielmente incluso luego de enfrentar su agresivo modo de sonreír y callarse, su balanceo mientrasescuchaba, sus manos en los bolsillos, su cautela y sus presentimientos. Yo presentía que tu en tu mente habías descubierto no sé qué afinidades, no sé qué conexiones profundas y secretas que me relacionaban a perpetuidad con Lucas. Estabas tan seguro y derrotado. Siempre eliges el sesgo más incómodo, el de testigo implicado.
Querido nuestro matrimonio nunca ha sido un fracaso si no, un éxitomalgastado. Toda la felicidad y ese amor honesto, no fueron capaces con tanto rencor acumulado. Me decido a ir con Lucas, once años sin penas ni glorias esperando no sé qué de ti. Llegabas en la tarde, te sentabas junto a la radio y pedías el mate, hablabas de empleo y preguntabas por las notas escolares de los chicos, luego comentabas haberle escrito una carta a él, donde yo agregaba al final...