Hacia Una Educación Antropológica De Nuestra Tierra Planetaria

Adolfo Hernández Lara (Maestría en Educación)
10 de Abril del 2011

“Hacia una educaciòn antropològica de nuestra tierra planetaria”.

Quiero expresar que al ir estudiando poco a poco la Filosofía, en la cual hay un interesante y valioso camino por recorrer, me voy encontrando con temas que me ponen a reflexionar sobre aspectos fundamentales que no son solo para mí, sino que hansido las cuestiones desde siempre del individuo y de la misma Filosofía “…la Filosofía concierne a la existencia de cada uno y a la vida cotidiana. La Filosofía es una potencia de interrogación y reflexión; sobre los conocimientos y sobre la condición humana y, también, sobre los grandes problemas de la vida”[1]; es decir, creo que se va ampliando el horizonte de mi visión sobre el hombre, elmundo y Dios.

Tengo un interés personal por las cuestiones antropológicas, tanto en el ámbito teológico como en el filosófico. En este contexto quisiera ubicar perspectiva de la antropologìa de la educaciòn que se inclina por el estudio de los ambientes, concretamente, còmo es nuestra relaciòn con este planeta tierra, con todo lo que actualmente esta implicando en el abuso, que como sereshumanos realizamos en el.

Tres pensadores contemporàneos que reflexionan sobre la educaciòn y su funciòn social y ètica. David Orr, fitjof Capra y Humberto Maturana, reconocen que la principal motivaciòn que debe alentar la educaciòn es preservar la vida, y sòlo se encuentran una forma de lograrlo: cuidar la tierra, el agua, las especies[2].

Poco se habla en las institucionesoficiales educativas sobre el sentido del Ser trascendente en la formaciòn de la persona, es necesario construir una educaciòn desde la concepciòn del hombre, situado en este mundo en el que le toca construir su propia vida.
En este sentido se podrìa hablar de una concepciòn del hombre en relaciòn con el Sumo Bien, en donde el hombre vislumbra su propio rostro. Una antropologìa que no tuviese encuenta la relaciòn del hombre con el ser trascendente no serìa completa, quedarìa un tanto distante para la educaciòn[3].

Es necesario construir una Ètica ambiental que nos lleve a compromisos serios con nuestra casa, que es la tierra que habitamos, en nuestra relaciòn con los seres vivos, no solo con respeto, sino en la conciencia de que formamos parte de una sintonìa con la vida comouna Comunidad Sagrad[4].

En este contexto podrìamos citar a San Francìsco de Asis –a quein el mismo Gustavo Wiches hace referencia- quien descubre en la creaturas animadas y no animadas de la naturaleza un valor de respeto, entendido este como gran afecto de amor, ve en ellos una manifestaciòn de la bondad y grandeza de Dios, llamàndolos: “hemano lobo, hermano sol, hermana luna, hermanapiedra, nuestra madre tierra...”[5]. “La belleza que hay en el mundo en un reflejo de la de Dios. Amar la Naturaleza es amar la elleza que hay en ella”[6].

Es necesario detenerse más que en las teorías, en los valores y menos en los constructos conceptuales, sino en la realidad de los seres humanos situados en este mundo concreto tan lleno de retos y problemas en el medio ambiente tandegradado., desde una conciencia ética.

No basta educar, ni cumplir con la tarea de ser educados y educadores, ya que esto ha demostrado que no siempre se garantiza un actuar éticamente responsable por parte del hombre; basta recordar un poco cómo en la historia de la humanidad se han dado genocidios, realizados por personas educadas, de las tendencias globalizadoras, nacionalistas, o las mismassituaciones de injusticia que se viven en todo el mundo, cometidas por gente muy bien educada.

Como dice David Orr, hace falta detenernos en el tipo de educación, engarzada con la vida y con la naturaleza, para no quedarnos solo con el cúmulo de conocimientos, creyendo que este tipo de aprendizaje nos convertirá en mejores personas.

Se trata de dejar a un lado las exigencias de la mayoría...