Hector bianccioti
A los pocos años publicó sus primeras novelas, en las que seamalgaman, con un perfecto equilibrio estructural, los recuerdos personales y la fabulación imaginativa, con las que el escritor desvela la esencial condición metafísica del alma humana.Colaborador de Le Nouvel Observateur y de diversas editoriales, se dio a conocer con la novela Los desiertos dorados (1968), tras la que siguieron títulos como Detrás del rostro que nos mira(1971), Ritual (1973), el drama Los otros, una noche de verano (1974), La busca del jardín (1977) o El amor no es amado (1983), que le valieron una notoria consideración crítica, por lainédita combinación de sus arduas y cerebrales tramas, a lo H. James, con un lenguaje barroco en la línea de J. Lezama Lima.
Nacionalizado francés en 1981, pasó a usar la lengua desu país de adopción como lo habían hecho en su momento S. Beckett o E. Ionesco a partir de la publicación de Sin la misericordia de Cristo (1985), y en ella ha seguido escribiendooriginalmente sus posteriores novelas y relatos (Lo que la noche le cuenta al día, 1992; El paso tan lento del amor, 1995; Como el trazo del pájaro en el aire, 1999). Único miembro de origenhispánico de la Academia Francesa, a la que fue propuesto y accedió en 1997, este acontecimiento excepcional colaboró a acrecentar la difusión de su obra en diversas lenguas europeas.
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