Historia De La Función Notarial

Los motivos por los cuales se determina cuándo una institución jurídica deja de tener vigencia, es tarea que desarrollarán, según el caso, los sociólogos o los filósofos del derecho. El problema de la validez, de la efectividad, de sus fundamentos prácticos y jurídicos, son temas de una vastedad y profundidad que exceden ampliamente los propósitos de nuestras reflexiones. De todos modos, viene acuento aquella distinción entre ideas y creencias que hacía Ortega, cuando decía que creencia es aquello con que contamos, la premisa necesaria para poder pensar y hacer, como cuando tenemos la seguridad de que abriendo la puerta tendremos el pie en la calle. El hombre que vive en sociedad, que desde que nace hasta que muere tiene que vivir en el llamado estado de derecho. Porque lo contrario detener con qué contar, es el estado de anarquía, en que cada día se tendrá que averiguar qué se tiene que hacer, qué se puede hacer, cómo se tiene que hacer. En estos años en que nuestra América vive tiempos en que lo digital y automatizante son cada día más intensos, y en que por momentos tenemos la impresión de que se nos quiere borrar nuestro ser y nuestra tradición en aras de una vida modernaorganizada sobre la base de internet, de la televisión y de pura automatización, conviene reflexionar un poco sobre todo aquello con lo que contamos para vivir ordenadamente, para que un día no nos sorprendamos viviendo como los hombres gestados en probetas que poblaban la famosa novela de Aldous Huxley, “Un mundo feliz”. Y no es que el progreso nos asuste o nos incomode, sino que nos preocupa quese destruya nuestra esencia y nos automatice. Nos interesa que las relaciones humanas, incluyendo los actos jurídicos, sigan siendo relaciones entre seres humanos, entre hombres que crean una relación, un contrato, una norma particular nueva y distinta, conforme sus intereses y propósitos. Y que sean a través de estas relaciones que los hombres se vean, se escuchen, se conozcan. Porque lo otro, loautomático, es y seguirá siendo muy bueno y útil para fabricar piezas de metal o cigarrillos, o barrer las calles, pero que se quede allí, que no nos deshumanice.
Siglos de existencia y de vigencia, cotidiana y permanente existencia, entre hombres -esos seres que vivimos en sociedad-, han determinado que la función notarial sea una de esas creencias, de esas premisas con que contamos en losbasamentos de nuestra individualidad, para poder vivir, para poder pensar, para poder desarrollar nuestra vida y nuestras relaciones. Sería tarea de largo alcance y riguroso esfuerzo enumerar cuánto importa para cada hombre que contrata, que se relaciona jurídicamente con sus semejantes, que tiene ascendientes y descendientes, que tiene bienes y va a dejarlos o que no los tiene y va a recibirlos, que,en fin, vive en un orden jurídico como un centro de imputación jurídica, cuánto le importa para él, decimos, contar con conceptos tales como la seguridad de sus transacciones, la autenticidad y publicidad de esas relaciones, la oponibilidad en cualquier tiempo y lugar frente a ese permanente sujeto pasivo de toda relación que es la sociedad. Y contar de manera que no deba estar permanentementepreocupado por acudir al juez para probar esos derechos, para hacer efectivas esas relaciones, que su seguridad sea también la seguridad de los demás, la seguridad del sujeto pasivo que tiene la certeza de que no se trata solamente de tener un papel en la mano, que tiene la convicción de que detrás existe una institución, existe un acto jurídico cierto, perfecto, comprobable en cualquier momento,fehaciente. Sin entrar tampoco a hacer historia, debemos señalar el concepto tradicional, pero a la vez siempre renovado, que ha existido en las sociedades de origen latino, acerca del notario, de la institución notarial y de sus funciones, de lo que es buena muestra todo lo que a su respecto dedica Alfonso el Sabio en sus Partidas, y todo lo que, de allí en más, han dedicado las repúblicas...