Historia Y Psicología

Universidad de Guadalajara



Centro Universitario de Ciencias de la Salud



Departamento: Ciencias sociales



Academia: Ciencias histórico-sociales



Asignatura: Historia socioeconómica y política de México



Unidad I:

Historia y Psicología



Alumno:

Cortés Hernández, José Alfredo



Profesor:

Curiel Zúñiga, José Antonio



Fecha de entrega: 20 deFebrero de 2013













Historia y Psicología

Antes que nada, los hechos del pasado nunca nos llegan en estado puro, ya que, ni existen ni pueden existir en una forma pura: siempre hay una refracción al pasar por la mente de quien los recoge. De ahí que, cuando llega a nuestras manos un libro de historia, nuestro primer interés debe ir al historiador que lo escribió, y noa los datos que contiene. El historiador pertenece a su época y está vinculado a ella por las condiciones de la existencia humana. El énfasis puesto en el papel del historiador como hacedor de la historia tiende, llevado a sus lógicas consecuencias, a descartar toda historia objetiva: la historia es lo que hace el historiador. En vez de la teoría de que la historia carece de significado, se nosofrece aquí la teoría de su infinidad de significados, ninguno de los cuales es mejor ni más cierto que los demás, lo que en el fondo equivale a lo mismo. Según esta hipótesis, los hechos del pasado no son nada, y la interpretación es todo. El deber de respeto a los hechos que recae sobre el historiador no termina en la obligación de verificar su exactitud.

Cuando calificamos de objetivoa un historiador, queremos decir dos cosas. Queremos decir que sabe elevarse por encima de la limitada visión que corresponde a su propia situación en la sociedad y en la historia. En segundo lugar, que sabe proyectar su visión hacia el futuro, de forma tal que él mismo penetra en el pasado más profundamente y de modo más duradero que otros historiadores cuya visión depende totalmente de la propiasituación inmediata. La interpretación que da el historiador del pasado evoluciona conforme van emergiendo gradualmente nuevas metas.

Sin embargo, la historia adquiere significado y objetividad sólo cuando establece una relación coherente entre el pasado y el futuro. El progreso de la historia se logra por el conducto de la interdependencia y la interacción de hechos y valores. Elhistoriador objetivo es el historiador que más profundamente penetra en este proceso recíproco. El historiador se encuentra en equilibrio entre el hecho y la interpretación, entre el hecho y el valor. La historia carece de significado en un mundo estático. La historia es, en su misma esencia, cambio, movimiento o progreso. Nuestra concepción de la historia refleja nuestra concepción de la sociedad.Dichas las palabras anteriores, tomadas de manera literal de E. H. Carr, y haciendo mención a lo visto en clase, es inevitable el pensar que la historia puede ser no considerada como una ciencia objetiva, o como una “ciencia científica”; pues se ve “manchada” por la interpretación del historiador al ser contada o escrita. Pero si sigue lo anterior, entonces, ¿la historia puede ser objetivasin una interpretación? Mi respuesta es que no hay historia objetiva, es imposible que la historia pueda ser “objetiva” si a ella le quitamos su vitalidad, la interpretación; y lo explico de la siguiente manera: La historia consiste en el contar y transmitir los hechos desde un punto de vista “objetivo”. Veamos, entonces, un historiador que vivió la matanza en la plaza de las tres culturas enTlatelolco el 2 de octubre de 1968 narra este suceso en un escrito suyo. Según quienes plantean una historia objetiva, es decir, separados los hechos de la interpretación, este historiador únicamente debe contar el suceso sin “contaminarlo” con su ideología, pues esto tergiversa la realidad del suceso. Según mi opinión, puede contarse la matanza de Tlatelolco objetivamente sin tergiversar la realidad...