Holis

Todo comienza con el sutil sonar de mi despertador con dos cornetas para así ampliar su ruido ya que mi sueño es algo pesado según mi madre, de ahí aplico la típica rutina juvenil, que consiste enconseguir un uniforme que no se encuentre manchado o rayado, acto seguido me echo una lata de Axel para disimular el olor a descomposición.

Salgo de mi casa con el pensamiento – ¿algo cambiara enestos últimos días? – suspiro
a continuación pongo en mi ipod de la mejor calidad pirata que había “walking on sunshine” de katrina para así tratar de ignorar el fondo entre nieblas que suelollamar amanecer del Hades.

Camino al colegio en un posible malíbu del 98 no se decirlo ya que la oxidación a acabado la carrocería. Al entrar en el cubo de concreto llamado secundaria solo puedoobservar caras desgastadas por las distintas etapas de la pubertad.

Me dije – affs no hago más pararme y actuar un estado vegetal para cantar un himno que carece de coherencia, que desperdicio de tiempo– después el tiempo que queda se basa en dar vueltas sin rumbo y hablar sobre cosas que seguramente se podrían ficharse como “conversación entre simios”. Las horas pasaban con una puta lentitud queme hacía pensar que cronos nos estaba jugando una broma y no veía un final a esta tortura psicológica.

Pero hubo un acontecimiento que no pensé presenciar más que en salas de cine, choque haciendocaer una considerable cantidad de libros que iban desde matemática a física cuántica de unos brazos tan esponjados y con unos vellos tan claros que solo se veían con los rayos del sol, automáticamenteme agache para recogerlos sin saber que intercambiaría miradas con una mujer de belleza absoluta que ni afrodita pudiera tener en lo alto del Olimpo.
Quede en shock y solo volví cuando oí salir desus labios con unas siluetas perfectamente construidas en el proceso genético con una tonalidad rosado brillante. – ups, perdón fue mi culpa – su voz era tan suave y dulce que ocasionaban orgasmos...