holiwis

Obra: los invasores
L: Lucas Meyer.
P: Pieta.
C: China.
T: Toletole.
M: Marcela.
B: Bobby.

Acto primero
Cuadro primero
P: Oh, Lucas, ¡es maravilloso! ¡La vida, la vida es un sueño! ¡Ven! (gira y besa a Meyer en la boca apasionadamente). ¿Por qué? ¿Por qué somos ricos?
L: puede ser.
P: ricoooooos... ¿qué significa? (ambos ríen) que significa?
L: felicidad
P: si... ¿pero es sólidotodo esto?
L: ¿solido? Y ¿por qué no?
P: no sé, me asusta, cuando toda sale bien, me da miedo.
L: ¿miedo? Pero, ¿de qué?
P: no sé, miedo, simplemente...una sensación de vacío, como si me hundiera en un lago helado.
L: ¡absurdo!
P: si, absurdo. Pero, ¿qué es ese miedo?
L: no sé, debe ser tu insomnio.
P: no sufro de insomnio, Lucas.
L: entonces, ¿cómo interpreto tamaña tontería?
P: túsabes, ¿has sentido lo mismo? ¿Qué es?
L: te digo que no sé de qué estás hablando.
P: si, si sabes. Esta noche estabas insolente, ¿qué va a pasar Lucas?
L: (lentamente, midiendo las palabras) ayer, estuvieron unas monjas en mi oficina y les hice un cheque, y he estado pensando mucho en eso.
P: ¿fue miedo lo que sentiste?
L: no...Lo hice simplemente, como si fuera natural, creo que quise evitar unmomento extraño.
P: paralización, como lo que le ocurrió a Bobby el otro día, ¿recuerdas? (Lucas asiente). Ese día le quemaron su casaca de cuero en el patio de la universidad.
L: ¿quemaron?..... ¿Su casaca de cuero?
P: pero por otra parte, Lucas....., nuestros hijos. Al verlos, ¿quién dudaría que son perfectos?
L: evidentemente, Marcela crece como una bella mujer, Bobby, un poco loco deideas pero, está bien.
P: pobre niño, me prometió ayudarme en mi jardín, odia podar las rosas, el pobre.
L: (besa sus manos) si, tus manos milagrosas.
P: es un hermoso jardín, estoy orgullosa.
L: y yo de ti (la besa). Vamos, es tarde. (Se encaminan a la escalera, abrazados)
P: esta noche me dejaras dormir contigo, ¿quieres?
L: ¡oh, vamos! Creo que exageras, si alguno de ellos entrara a estacasa, Nerón daría buena cuenta de él.
P: si pero… me dejarías dormir contigo ¿verdad?
(Se acobija en él, mientras suben por las escaleras. De pasada, Meyer apaga las luces y la habitación queda a oscuras; solo una débil luz ilumina la ventana que da al jardín. Después de un rato, se proyectan unas sombras a través de ella luego una mano manipula torpemente la ventana, por fuera. Un golpe y cae unvidrio quebrado. La mano abre el picaporte y por la ventana cae China dentro de la habitación. Viste harapos. Forra sus pies con arpillera y de sombrero luce un colero sucio, con un clavel en la cinta desteñida. Contradice sus andrajos un cuello blanco y tieso, inmaculadamente limpio. Desde el suelo observa la habitación con detenimiento. Arriba se oyen pasos)
Voz de Meyer: ¿Qué hay? ¿Quién andaahí?
(Se prende la luz y asoma Meyer en lo alto de la escala, desciende cautelosamente. Ve a China y corre hacia la consola, de la cual saca un revolver que apunta sobre el intruso)
L: ¿y usted? ¿Qué hace aquí dentro de mi casa?
C: (lastimero) un pedazo de pan.
L: ¿QUÉ?
C: un pedazo de pan ¡por amor de Dios!
L: ¿qué te pasa, estás loco?
C: un pedazo de pan.
L: te descerrajo un tiro, si nosales de inmediato. (Apunta)
C: era inevitable…
L: ¿qué dices?
C: que era inevitable que dijera ”te descerrajo un tiro“, y que tuviera uno de esos (indica el revolver) escondido en alguna parte por ahí, se lo dije al Mariscal.
L: ¡te doy 10 segundos!. 1…2…3…
C: ¿todo por un pedazo de pan?
L:4…5…
C: una bala de eso cuesta más que el pan que te pido. .
L: está bien, te doy el pan, pero tevas inmediatamente, ¿entiendes?(sale hacia la cocina y vuelve con un pan que lanza al otro) listo ahora ¡fuera!
C: ¿ve? El Mariscal tenía razón. Total… un harapiento. Nadie cambia un harapiento por una conciencia culpable(muerde el pan)
L: 6…7…8…
C: es inútil, no se ponga ridículo.
L: ¿Qué es lo que es inútil?
C: que pretenda contar hasta 10.
L: ¿por qué?
C:(sonríe ampliamente) todos...