Horacio Quiroga

Páginas: 12 (2876 palabras) Publicado: 20 de noviembre de 2012
Las noches en que hay luna, el sepulturero (hrobar) avanza por entre las tumbas con paso singularmente rígido(drsny, prisny). Va desnudo hasta la cintura y lleva un gran sombrero de paja(slama). Su sonrisa, fija, da la sensación de estar pegada(pripevneny) con cola a la cara. Si fuera descalzo(bosy, otrhany), se notaría que camina con los pulgares(palce) del pie doblados hacia abajo. No tieneesto nada de extraño, porque el sepulturero abusa del cloroformo. Incidencias del oficio(zamestnanie) lo han llevado a probar el anestésico, y cuando el cloroformo muerde(zahryzne) en un hombre, difícilmente suelta(pustí). Nuestro conocido espera la noche para destapar(odkryť, odhaliť) su frasco(flasticka), y como su sensatez es grande, escoge(vyberie, zvolí) el cementerio parainviolable(neporusitely, edotknutelny) teatro de sus borracheras(opilstvo). El cloroformo dilata(rozsiruje) el pecho a la primera inspiración; la segunda, inunda(opantá, zaplavvi) la boca de saliva(slinami); las extremidades hormiguean(končatiny svrbia/brnia), a la tercera; a la cuarta, los labios, a la par de las ideas, se hinchan(opuchnut), y luego pasan cosas singulares. Es así como la fantasía de su paso ha llevadoal sepulturero hasta una tumba abierta en que esa tarde ha habido remoción(odstranenie, odpratanie) de huesos (kosti)-inconclusa(nedokoncena) por falta de tiempo. Un ataúd(rakva) ha quedado abierto tras la verja(mreža), y a su lado, sobre la arena, el esqueleto del hombre que estuvo encerrado en él. ...¿Ha oído algo, en verdad? Nuestro conocido descorre el cerrojo(otvori/odlomi zámok), entra, yluego de girar suspenso(neistota ocakavanie obavy) alrededor del hombre de hueso, se arrodilla(klakne si) y junta sus ojos a las órbitas(dráha, oblast, jamka)) de la calavera(lebka). Allí, en el fondo, un poco más arriba de la base del cráneo(lebka), sostenido(držaný) como en un pretil en una rugosidad del occipital(anatomicka drsnatina), está acurrucado (schuleny, skrčeny)un hombrecillotiritante(chvejuci sa), amarillo, el rostro (tvar) cruzado de arrugas(vrasky). Tiene la boca amoratada(plne modrin), los ojos profundamente hundidos(hlboko vpadnute), y la mirada enloquecida de ansia(uzkost). Es todo cuanto queda de un cocainómano. -¡Cocaína! ¡Por favor, un poco de cocaína! El sepulturero, sereno(chladnokrvny), sabe bien que él mismo llegaría a disolver(rozohnať) con la saliva(slina, hlien)el vidrio(sklo) de su frasco(flaasticka), para alcanzar el cloroformo prohibido. Es, pues, su deber ayudar al hombrecillo tiritante. Sale y vuelve con la jeringuilla(striekacka) llena, que el botiquín (prirucna lekarnicka) del cementerio le ha proporcionado(ponukla). ¿Pero cómo, al hombrecillo diminuto(drobny)?... -¡Por las fisuras(skara, trhlina) craneanas(lebkova)!... ¡Pronto! ¡Cierto! ¿Cómo nose le había ocurrido a él? Y el sepulturero, de rodillas(na kolenach), inyecta en las fisuras(strbina) el contenido entero de la jeringuilla, que filtra y desaparece entre las grietas(trhliny, škáry). Pero seguramente algo ha llegado hasta la fisura a que el hombrecillo se adhiere (pripoji/prida sa)desesperadamente(zufalo). Después de ocho años de abstinencia, ¿qué molécula de cocaína no enciendeun delirio de fuerza, juventud, belleza? El sepulturero fijó sus ojos a la órbita de la calavera, y no reconoció al hombrecillo moribundo(umierajuci). En el cutis(pokozka), firme y terso(pevna a hladka), no había el menor rastro de arruga(vraska). Los labios, rojos y vitales, se entremordían con perezosa(pomaly lenivy) voluptuosidad (chlipnost) que no tendría explicación viril(muzny, muzsky), silos hipnóticos no fueran casi todos femeninos; y los ojos, sobre todo, antes vidriosos y apagados, brillaban ahora con tal pasión que el sepulturero tuvo un impulso de envidiosa sorpresa. -Y eso, así... ¿la cocaína? -murmuró. La voz de adentro sonó con inefable encanto(nevyslovne čaro). -¡Ah! ¡Preciso es saber lo que son ocho años de agonía! ¡Ocho años, desesperado, helado, prendido (zatknuty)a...
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