Hospital cinco llagas sevilla

EL HOSPITAL DE LAS CINCO LLAGAS.

LA UBICACIÓN:

El triunvirato de “paternidades”, pues los tres priores eran a la vez patronos y gobernadores y visitadores, aunque no siempre bien acordados, eligió un “lugar muy cumplido” como emplazamiento, lo que supuso una ubicación novedosa y atrevida, indicio de una nueva mentalidad; siguiendo la línea del otro hospital andaluz de la serie, elReal de Granada, y en contra de sus precedentes extranjeros y de los restantes españoles, decidieron que el hospital estuviese cercano a las murallas de la ciudad pero fuera de ellas, en una zona donde sólo se vislumbraba en la lejanía, entre huertas, el edificio del hospital de San Lázaro, dedicado a los enfermos de lepra.

Ni que decir tiene que lo higiénico del lugar debió ser también unargumento decisivo para la elección, pues aunque rodeado de huertas, próximo a San Lázaro y relativamente cercano al Guadalquivir y al arroyo Tagarete, llamado también de Miraflores, lo cierto es que no era zona especialmente inundable ni endorreica y era también el paraje suburbano más próximo a las murallas, y que a la vez estaba situado en campo abierto, sin obstáculos vecinos. En otraspalabras, era un lugar cómodo y accesible, aunque algo excéntrico.

Como queda dicho, los priores localizaron el hospital cerca de sus conventos, lo que automáticamente significó su alejamiento del centro de la ciudad, ubicado a kilómetro y medio en línea recta, distancia que se multiplicaba callejeando por su trazado islámico. Esta circunstancia era indicio del deseo de hacer cómodas sus visitasy por la tanto de ejercer eficazmente el control de la institución. Además, la situación extramuros tenía ventaja del ahorro en el precio del solar y las facilidades para realizar la obra propiamente dicha, por lo llano y despejado del terreno y la ausencia de pies forzados, lo que permitió en su momento la construcción de un acueducto, como acredita un mármol que aún existe a la derecha de laportada principal.

También contribuyó a la salubridad del sitio la construcción de una gran cloaca para el mejor servicio de todo el conjunto, que desembocaba directamente en el Guadalquivir. Ni que decir tiene que la mejora de la higiene, manifestada por estas instalaciones, era una idea general de la cultura humanista, pues las Leyes Indias, consecuencias directas de una secularexperiencia urbanizadora paneuropea, exigía que “El hospital de los pobres, destinado a enfermos no contagiosos (como en teoría empezó siendo éste), será construido en el lado norte para que quede orientado hacia el sur”, como pasó aquí.

La ubicación suburbana implicaba, por el contrario, el abandono de la inercia de los usos viejos y la pérdida de las ventajas directas del recinto intramuros,entre las que se encontraba la de los trayectos más cortos y por sitios pavimentados, a las que se unía el hecho de no tener la servidumbre de las horas que queda nocturna, inherentes al cierre de las puertas de la muralla, que en Sevilla duró hasta el siglo XIX. Se pretendió, por lo tanto, aislar el edificio, convirtiéndolo en una especie de internado para enfermas curables, cuestión en la quesiguieron las ideas de doña Catalina y no las del hijo.

Para que el conjunto fuera más independiente se previó desde el primer momento que varias de las huertas que se integraron en su propiedad, situadas al norte de la edificación, permanecieran tales, para el mejor suministro de la fundación hospitalaria; en ellas, en fecha tan temprana como el año de 1573, se producían suficientes patataspara completar la dieta de las enfermas, avance que supondría una revolución dietética en los siglos sucesivos y con efectos en todo el continente. Sobre estas huertas es donde se construyó, ya en nuestro siglo, la Facultad de Medicina, en el Departamento Anatómico, un estadio olímpico universitario y más adelante todo el complejo hospitalario que aún monopoliza la extensión completa de la...