ibañez gracia

La inexcusable exigencia genealógica IBAÑEZ GRACIA
La afirmación de que un mismo objeto actual, en este caso la PS, tiene varios pasados, abre un debate en cuanto a la naturaleza del discurso histórico y a la naturaleza de la causalidad social.
Existen varias formas de escribir la historia de la realidad actual; la forma de relatar el pasado influye necesariamente sobre el futuro.
Lahistoricidad de la PS publicada por Williard Alport contribuyó probablemente a fortalecer la orientación positivista, individualista y experimentalista de la PS.
El experimentalismo de Triplett y el positivismo de Comte constituían puntos de referencia adecuados para caracterizar esta PS estadounidense; el problema es que la versión historiográfica de Alport no se limitaba a tener una dimensión puramentedescriptiva, sino que también engendraba efectos prescriptivos, legitimando históricamente una determinada concepción de PS.
El desinterés de los psicólogos sociales por la historia es un hecho notorio.
El cientificismo y la Filosofía positivista constituyen un dispositivo para neutralizar el examen de las diversas condiciones socio-históricas que inciden en la producción de los conocimientoscientíficos.
En cuanto se resquebraja el positivismo, se impone con claridad la ideología de que las disciplinas científicas, lejs de constituir productos naturales, son el resultado de un conjunto de prácticas sociales.
Una de las huellas dejadas por la crisis es la emergencia de interés por la historia de la PS, es razonable pensar que la reflexión crítica sobre los caracteres dominantes de la PS,así como el malestar expresado en relación al estado actual de la disciplina, condujeran lógicamente hacia una preocupación por estudiar la trayectoria que había conducido a la PS hasta ese supuesto impase teórico y metodológico, tomando conciencia de algo que nunca deber ser olvidado.
A principios de los ’80 en Alemania, se forma un grupo de estudios sobre los cambios históricos en PS que aúnalos esfuerzos de varios psicólogos sociales europeos.
Lejos de encerrar la historia en un museo, se trata, por lo contrario, de utilizarla como un instrumento para forjar el futuro de la PS esclareciendo su presente.
De lo que se trata es de realizar un análisis historiográfico que constituye un análisis contextualista y un análisis crítico. Contextualista, porque no se puede entenderadecuadamente la PS si no se la sitúa en el amplio movimiento de ideas que provienen de las CS. Sociales y humanas. El presente emerge del pasado pero no está pre-inscrito en el.
La genealogía consiste en indagar el pasado desde el punto de vista del presente, con el propósito de hacer que el presente sea inteligible, pero la perspectiva genealógica no admite ni la falacia teleológica, que considera elpresente como el objetivo hacia el cual avanzaba necesariamente hacia el pasado, ni tampoco la falacia presentista, que contempla el pasado desde las categorías que instituyen el presente.
La presente historiografía debe ser contextualizada en el sentido de que debe abarcar el tronco común de reflexión sobre lo social, con independencia de las actuales fronteras disciplinares, pero el contextualismosería insuficiente si se lo redujera a una historia de las ideas. Es preciso atender a las condiciones sociales que incidieron en la configuración última de la PS: no se puede ignorar acontecimientos como la Rev. Francesa, ni procesos sociales como la industrialización de las sociedades europeas, ni las coyunturas históricas como el auge del poderío militar-industrial y del poderío científico eideológico de EEUU.
Esa historiografía, además de ser contextualista, debe ser crítica.
Las grandes orientaciones teóricas tradicionales
Las teorías dependen de los presupuestos meta-teóricos que inspiran los sistemas teóricos en los que se insertan
Los grandes marcos teóricos en los que se encardinan las intervenciones psicosociales provienen de la Psicología y la Sociología. Hasta los años ’70,...