Iconos
EL RESPLANDOR DE LOS ICONOS
La espiritualidad de la Transfiguración
CVX‐Galilea (Madrid, España), Adviento de 2010
cvxgalilea@gmail.com http://www.panyrosas.es/
El icono… un órgano vivo,
un lugar de encuentro entre el Creador y los hombres…
También yo caí de rodillas y recé devotamente
Ivan Kireevskii
ser icono de la belleza divina, llama ardiente de caridad Benedicto XVI, Barcelona
1. INTRODUCCIÓN
Las últimas décadas han supuesto una recuperación del
misterio de los iconos para la espiritualidad cristiana
universal: un lenguaje redescubierto, una invitación a la
contemplación, un puente ecuménico, un patrimonio
que se abre ante nosotros, el misterio de Cristo que sale
a nuestro encuentro.
Invitamos a que nuestra vida encuentre inspiración en la
espiritualidad cristiana ortodoxa y lo hacemos
proponiendo un tema formativo sobre los iconos. En él
nos encontraremos con el dulce desafío de la piedad, el esmerado cuidado de los sacramentos
‐ya que el icono es sacramental‐, la centralidad del encuentro personal con Cristo, la presencia
de la Virgen María…
Vamos a conocer el origen de los iconos y cómo se elaboran. En la minuciosa pureza de su
cuidado podemos sentir la ternura de las manos del iconógrafo. Las manos del iconógrafo son
como las manos de Dios cuidando el itinerario de nuestra vida. Vamos a ir interponiendo
algunas preguntas a lo largo del texto para ayudar a la meditación.
Este tema pone a prueba
nuestra
capacidad
de
sensibilidad, de contemplación,
nuestra mística. Proponemos
que para leer y meditar
personalmente este tema
tengáis delante un icono
Grupalmente, contemplad los
iconos que llevéis a la reunión
en un tiempo de oración y
compartid juntos lo que se
mueve en vuestro interior ante
todo el patrimonio del icono.
1
En la consagración de la Sagrada Familia de Barcelona, Benedicto XVI pidió que “se
multipliquen y consoliden nuevos testimonios de santidad, que presten al mundo el gran
servicio que la Iglesia puede y debe prestar a la humanidad: ser icono de la belleza divina,
llama ardiente de caridad, cauce para que el mundo crea en Aquel que Dios ha enviado (cf. Jn
6,29).” (Barcelona, 7 noviembre 2010)
2. ORACIÓN DE ENTRADA
El pensador eslavófilo Ivan Kireevskii (1806‐1856) escribió:
“Me hallaba un día en la Capilla de la Madre de Dios [el más célebre
santuario de la antigua Moscú] y miraba la milagrosa imagen de la Madre de
Dios, reflexionando sobre la fe de los sencillos, del pueblo que oraba a mi
alrededor. Algunas mujeres y ancianos enfermos se arrodillaban, hacían la
señal de la cruz y se inclinaban profundamente. También yo contemplaba los
santos rasgos de aquel rostro y poco a poco se aclaraba el misterio de su
milagrosa virtud. Sí, aquí no había únicamente una tabla de madera pintada…
A lo largo de los siglos, el icono se había ido empapando del río apasionado
de los movimientos de los corazones, de las plegarias de los desdichados. Sin
duda, llenóse también de de la fuerza que ahora brotaba de él. Se ha
convertido en un órgano vivo, en un lugar de encuentro entre el Creador y los
hombres… También yo caí de rodillas y recé devotamente.” (En Spidlik, 1977:
p.301)
“Realizar un icono es
una obra religiosa,
para la cual debe el
pintor prepararse con
ayunos y plegarias,
poniendo
agua
bendita y reliquias en
los colores, etc.
Varios iconógrafos
son venerados como
santos.”
(Spidlik,
1977: p.300). El
auténtico iconógrafo
es un contemplativo
para el que pintar es ...
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