Identidad Docente

A propósito del libro “Entrañas éticas de la identidad docente”.
Se trata de una serie de artículos publicados en México con el título “Resistir con inteligencia. Reflexiones éticas de la educación” (2007). Ahora revisados y con agregados, la presente obra es una reflexión acerca de la docencia, la formación docente y la investigación educativa desde una perspectiva ética. Consta de sietecapítulos a través de los cuales se van desentrañando los sentidos y aplicaciones condensados en tres palabras clave: desafío, resistencia, persistencia.
La necesidad actual de construir narrativamente la identidad docente aparece como desafío para la formación de maestros a través de ciertos escenarios.
Enseñar y aprender a tomar la palabra como modo de ingresar al espacio público y así transformarnosen investigadores, buscando los sentidos de los posible; lo dicho en lo no dicho; lo simulado o escondido en lo que se presenta como palabra única. Entrar en el espacio público permite que la palabra inaugure el espacio del encuentro con el otro en tanto otro. Se trata de tomar la palabra reuniendo sentidos sin congelarlos, abiertos a la crítica.
Aumentar la potencia de actuar, resistiendo alpensamiento único que el autor llama monoteísmo secularizado, como modo de hacer la diferencia ética y vislumbrar cómo es posible hacer los mundos posibles de la escuela. Desde esa potencia de actuar (Spinoza) se hace una distinción entre acciones y pasiones; ser activos o pasivos; y también la relación entre teoría y práctica. Entonces sólo es posible abrir mundos posibles a partir del aumento dela potencia de actuar tanto individual como colectiva.
Resistir con inteligencia responsable en tiempos de disciplinamiento y biopoder como modo de cuidar la subjetividad desde la interpelación del otro que nos hace responsables y vulnerables. Resistir al pensamiento único que es la forma que adopta el poder para legitimarse y dominar desde un sutil fundamentalismo disfrazado de justiciero frentea cualquier pensamiento diferente o frente a la exterioridad que vulnera su ilusoria pretensión de totalidad. Al pensamiento único y sus estrategias de fragmentación de la subjetividad, negación de los relatos y achatamiento de la temporalidad se lo resiste con el aumento de nuestra potencia de actuar que se relaciona con nuestro deseo de saber, dejándonos siempre expuestos a la interpelación delotro que nos hace responsables.
Resistir con inteligencia es, también, desnaturalizar lo que el autor llama: el fetichismo de la educación por competencias. En este sentido, plantea profundizar en una línea que va desde la educación enciclopédica, pasando por la educación tecnocrática hasta una educación por competencias. Al final de ese recorrido, se enumeran y explican ciertas falacias yriesgos de la educación por competencias que son; por un lado, la confusión entre capacidad de resolver problemas con la potencia de actuar que es conocimiento, acción, posibilidad de transformar y abrir alternativas sintiéndose agente y no mero receptor de variables establecidas; por otro lado, confundir la vulnerabilidad del dejarse interpelar por la alteridad en cuanto tal, con la mera tolerancia dela diversidad que genera un supuesto pluralismo que al incluir, excluye porque discrimina. Lo que se plantea entonces, como alternativa o superación de las tres posturas anteriores es la enseñanza de saberes socialmente productivos, políticamente emancipadores y culturalmente inclusivos.
Para la formación docente, el autor propone un lugar primordial a la enseñanza de la ética como disciplinafilosófica. La relación ética y educación deben estar presentes a través de la enseñanza de saberes específicos.
La tarea educativa debe reconocer, en el cuerpo, el deseo de moverse a sí mismo en la búsqueda de su subjetividad cultural a través de la urdimbre comunicativa constituyente de la corporalidad humana y nunca identificar la subjetividad sólo con la conciencia y la libertad, sino buscar...