Identidad sexual y performatividad

“Identidad sexual y performatividad”.

En el artículo “Identidad sexual y performatividad” de David Córdoba García, básicamente se hace una aproximación a la cuestión de la identidad sexual desde la perspectiva de la teoría queer y especialmente desde la obra de Judith Butler, donde la noción de performatividad se presenta como la acción constitutiva de las identidades sexuales en medio de lasrelaciones de poder, y donde aquellas poseen un carácter abierto e inacabado que permite su constante re-significación y su posibilidad de consolidarse como forma de resistencia política.

De esta manera, Córdoba García inicia su texto diciendo que gran parte de la teoría gay y lesbiana de los años setenta del siglo pasado es retomada por la teoría queer, pues su propósito fundamental yprioritario es sacar a la sexualidad y a las identidades sexuales del dominio de “lo natural” y de “lo dado”: existen ciertos discursos médicos, biológicos y psiquiátricos que conciben a la sexualidad como un dato externo a los individuos que es proporcionado por la naturaleza. Dichos discursos ponen especial énfasis en la distinción entre “lo normal” y “lo patológico”, y pregonan una política deintegración y de normalización de la sexualidad.

La teoría queer se opone a esta visión naturalista, moralizante y reduccionista de la sexualidad y, mediante la toma de la palabra, crea un nuevo discurso que se constituye como intención política de toma del poder: dado que la sexualidad es un dispositivo histórico-cultural, todo discurso que la tome como su objeto de enunciación no es una descripciónde aquella sino que por el contrario es un elemento que influye en su construcción. De allí que deba plantearse un debate abierto con los discursos naturalistas en un mismo escenario político de construcción de un objeto, donde los sujetos que enuncian no puedan ya escudarse en su supuesta imparcialidad científico-objetiva, sino que reconozcan su carácter temporal y contingente, para que la luchapor la autoridad de quien enuncia y su dominio sobre el objeto de enunciación, pueda darse en un mismo nivel.

Sin embargo, aunque la teoría queer ha insistido en la des-naturalización de la sexualidad y en su característica de “constructo social”, generalmente ha llevado a dos posiciones altamente esencialistas igualmente erróneas: la primera, una concepción funcionalista donde las identidadessexuales están perfectamente determinadas por la dominación patriarcal-heterosexual, convirtiéndose ellas mismas en los refuerzos de dicha dominación; y la segunda, una visión voluntarista donde la subjetividad de las personas es completamente autónoma en lo referente a la sexualidad y puede decidir cual va a ser su identidad sin intervención alguna de las estructuras sociales.

Las dosposiciones desconocen la crítica de Foucault referente a los mecanismos de poder y a los sujetos, pues en el primer caso, se da una dominación totalizante que determina por completo a los individuos bajo los parámetros de una matriz heterosexual y paternalista, lo cual desconoce la idea de Foucault de que no hay poder sin resistencia, o en otras palabras, que no existe una norma o un sistema capaz detotalizar un espacio de relaciones de poder, pues siempre que se da un discurso hay un contra-discurso, donde ambos se unifican en un conflicto que se da en un mismo espacio, y luchan por la hegemonía de ese lugar común; y en el segundo caso, se defiende una subjetividad anterior a lo social y a las relaciones de poder que se encuentra exenta de ellas, cuando precisamente lo que Foucault nos dice esque los sujetos son producidos por los mecanismos de poder de las sociedades y están determinados por éstos. Ambas posturas, por lo tanto, resultan insatisfactorias.

Para Córdoba García, la teoría performativa de la identidad de Judith Butler constituye una propuesta conceptual de construcción de las identidades sexuales que logra dar una mejor claridad sobre la cuestión, sin caer en ninguna de...