inculturación

Materiales de apoyo a
C.E.B. Curso Nacional para nuevos misioneros. La Guardia (Santa Cruz) julio 2007.

Inculturación y evangelización. Preguntas y propuestas Enrique Jordá
Materiales de apoyo para este curso
Introducción

Un obispo de Asia dio este único consejo al P. General de los Misioneros Javerianos de Yarumal, en vistas a losenviados a una comunidad de su diócesis: a su llegada estén dos años sin hablar: sólo miren y escuchen.

Cuando nos proponemos, como Iglesia, anunciar la Buena Noticia del Reino tal como desea Jesús que lo hagamos, siempre lo importante es saber a dónde vamos y a qué. En estos momentos de cambio de marco general que afecta a todos los pueblos y de nuevos imaginarios colectivos generalizadosen la humanidad, precisamos especial tino para acertar en ello, como Iglesia universal y como iglesias locales. Como en el Concilio primero de Jerusalén (Hechos 15) en medio de diversidad honda de pareceres sobre fidelidad al Mensaje, los desafíos de respuesta en comunión de Iglesia son hoy esenciales. Uno de los problemas actuales es qué parece ‘lo estrictamente necesario’ de Hechos 15, a imponera las comunidades eclesiales nuevas, pero también a las antiguas en cambio de paradigma y de imaginarios colectivos.

N.B. Estoy tomando, como base de la presente la ponencia que hoy presento, un libro de Paulo Suess, Evangelizar desde los proyectos históricos de los otros. Diez ensayos de misionología, Abya-yala, Quito 1995, 210 páginas, 132-133. Cada capítulo va con referencia de páginas, ylos textos entre comillas llevan la cita exacta. Con una gran experiencia entre pueblos indígenas y un gran defensor de su causa, y hombre muy crítico en sus escritos teológico-pastorales, nos abre un amplio panorama de búsqueda integral inculturadora cristiana.


La inculturación está ligada al misterio central del cristianismo, la encarnación de la Palabra que se realiza en la historia decada pueblo. Por ello mismo, no se trata de coyuntural que uno puede ‘tomarlo o lo dejarlo’, sino de una práctica fundamental de nuestra fe, que surge de la naturaleza misionera de la Iglesia y de su importancia para el anuncio entre culturas cada una de ellas con su clave de lectura de la realidad y sus respuestas vitales ante ella. Y más si sabemos que el Padre, la palabra y el Espíritu estántrabajando desde siempre en ellas. Nuestra ‘salida’ cultural es la condición de un caminar inculturador entre antiguas, nuevas y siempre cambiantes situaciones.

El campo propio de la cultura, como creación humana, es de orden antropológico; caminos alternativos y, eventualmente, ayudar a cambiar una llanta pinchada. Para ello necesita conocer la movilidad y comunicarse con el conductor. Ese artede la comunicación del Evangelio en las culturas de parte del Evangelio, como palabra de Dios, es del orden trascendental y teológico. Paulo Suess, conocido misionólogo de Brasil, tiene una típica parábola: la historia es el camino donde el Evangelio encuentra a las culturas y pide ‘autostop’. Quien pide favor para que lo recojan, no puede apropiarse del auto del otro. También la cultura puedeviajar sola, si no ‘alza’ en el camino al Evangelio. El cristianismo es sólo un referente optativo que una cultura se ve invitada a recibir, pero puede no aceptar. Cuando se le acepta, el evangelio es huésped en las culturas. Puede dar sugerencias sobre de los evangelizadores (lo que llamamos ‘evangelización inculturada’), debe partir de un diálogo en el que ambas partes lleguen a un acuerdo enestos puntos: i) reconocimiento de la gratuidad (no necesidad!) de la propia presencia del Evangelio; ii) ponderación de la relevancia socio-cultural-histórica del Evangelio para las culturas; iii) respeto mutuo de la diferencia y de la autonomía entre los órdenes antropológico y teológico; iv) descubrimiento de la afinidad y complementariedad entre cultura y Evangelio, y en la posibilidad de su...