Indigenismo

Universidad Autónoma de Querétaro
Facultad de Filosofía
Licenciatura en Antropología Social





Comentario




Antropología de la Cultura
Diego Prieto
Ilse Maldonado Mandujano4to. Semestre







Para hacer un comentario de este artículo me gustaría platicar acerca de lo que mi papá y yo comentábamos al leerlo, en un principio me gustó lo que decía en relación a loseufemismos, ya que a nuestro parecer (el de mi pà y el mío) esta sí es una realidad donde es mejor decir mentiras, o mejor aún mentiras digeridas, no con esto digo que se correcto, pero en la mayoríade las relaciones humanas, uno prefiere escuchar la verdad, pero cuando esta nos topa de frente preferimos darle la vuelta, cuando los eufemismos se vuelven tan prácticos en la comunicación cotidiana,los conceptos, los símbolos, ideas, concepciones, etcétera, no sólo se transforman sino que ahora sus significados se vuelven ambiguos, el giro estructuralista, plantearía esta transición desde lalingüística.
Sigo pensando que en parte González de Alba tiene razón al decir que el Indigenismo posee dos caras: Una donde se exalta al “indio” por su cosmovisión, sus usos y costumbres, y otra dondeestas mismas cualidades son vistas como una desventaja en el sentido tecnológico, en la eficiencia y rendimiento de los recursos para satisfacer ciertas necesidades. Sea como sea, es cierto, sinembargo siempre está el pequeño detalle de la objetividad, porque en este apartado es todavía más clara su inclinación hacia lo occidental, lo urbano. Empieza a realizar una crítica en este tenor, con lasculturas del Viejo Mundo y el Nuevo, donde las primeras son las que realmente compiten, las que triunfan, y las segundas no tienen oportunidad de compararse con su avance en la técnica.
Sinembargo, como diría Sun Tzu en “El arte de la guerra”: “Prever una victoria que un hombre ordinario puede prever, no es el espíritu de la excelencia. No importa si triunfas en la batalla y eres aclamado...