informe generaci n del 37
Otros integrantes, en cambio, regresarán a sus provincias natales para difundir sus ideas.
La caída de Rosas
La caída de Rosas no introdujo ninguna modificación sustancial en la reflexión del curso sobre el presente y el futuro de la Argentina: hasta tal punto había sido anticipada y susconsecuencias exploradas en la etapa final del rosismo. Pero incitó a acelerar las exploraciones ya comenzadas y a traducirlas en propuestas más precisas que en el pasado. Gracias a ello iba a completarse, a partir de la batalla de Caseros, el abanico de proyectos alternativos.
En la obra Una nación para el desierto argentino (1980) el historiador argentino contemporáneo Tulio Halperín Donghiidentifica y presenta cinco proyectos. Las propuestas fueron recibidas con indiferencia a excepto las elaboradas por Alberdi y Sarmiento que tuvieron una profunda repercusión en su época e incidieron en la orientación de las políticas seguidas por los gobernantes que se sucedieron a partir de 1862.
El autoritarismo progresista de Juan Bautista Alberdi
Ya en 1847 Alberdi había visto, como principalmérito de Rosas, su reconstrucción de la autoridad política. Esperaba que ayudase a mantener el moderado avance económico que se estaba registrando en los últimos años rosistas. En 1852, reafirmó con nuevo vigor su convicción sobre la necesidad de la consolidación de una autoridad política fuerte.
Para Alberdi, el trabajo y el capital extranjeros eran los mejores instrumentos para lograr el cambioeconómico acelerado que, desde su punto de vista, la Argentina requería. Él no separaba del rodo la inmigración de trabajo de la del capital, a la que veía como la inmigración de capitalistas. Pensaba que esa doble inmigración estaba destinada a traer al país todos los factores de producción (excepto la tierra).
Sin embargo, no consideraba que esa etapa de acelerado desarrollo económico, hecho posiblepor una estricta disciplina política y social, fuera el punto de llegada definitivo de la historia argentina. La mejor justificación de la “república posible” era que estaba destinada a dejar paso a la “república verdadera”. Desde la perspectiva alberdiana, la “república verdadera” sería posible sólo cuando el país hubiera adquirido una estructura económica y social comparable a la de las nacionesque habían creado y eran capaces de conservar ese sistema institucional. Alberdi admitía explícitamente el carácter provisional del orden político que proponía. También reconocía la provisionalidad del orden social marcado por acentuadas desigualdades y la pasividad espontánea o forzada de quienes sufrían sus consecuencias.
Alberdi dedicó muy poco tiempo a la definición del lugar que ocuparían enesa etapa de cambio vertiginoso los sectores sociales que no formaban parte de las elites. Pero sí creyó necesario examinar con mayor detención la idea, difundida en la época, de que la instrucción pública era un instrumento importante de progreso económico y social. Alberdi consideraba que no era necesaria una instrucción formal muy completa para poder participar como fuerza de trabajo en lanueva economía. Desde su punto de vista, la mejor instrucción la iba a ofrecer el ejemplo de destreza y diligencia que aportarían los inmigrantes europeos. Por otra parte consideraba, además, que una difusión excesiva de la instrucción conllevaba el riesgo de propagar entre los pobres nuevas aspiraciones, al darles a conocer la existencia de un horizonte de bienes y comodidades que su experiencia...
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