Ing. Carlos Fuentes

 EL DIABLO, EL ÚNICO Y EL APOSTOL
¿Culpa de quién es ese término? De nadie; de la fatalidad que nos refirió esa noche ese deporte del que nos gustacuando sabemos lo que significa el orgullo de sernos agradecidos. Así será siempre la armonía del concertado, del ofendido, del limitado, del obstinado, y que con saltos violentos ese conflicto insolublese da cabida a la imitación deseable de saberse inadaptado. Ese destiempo soñador y diferente de creerse en esa pequeña sintaxis de expresión, se denota que realmente no es como se ve; emociones hondasy vehementes que saltan sobre la razón, pero que ese término no le correspondía a esa redacción dice él, pero no presenciaste el encuentro, y ni siquiera creo que acudas a algún encuentro, deberíasde asistir para que notes con tus propios ojos ese compromiso; ¿o tu amo te dijo que tendrías que lucubrar? Se ríe entre sus adentros ese Diablito que ya hizo que este tirara la piedra, aunque paradecir verdad una piedra que no llevaba velocidad ni dirección. ¡Ah diantre! Se regodea al saberse que ya tiene el control de su cordura de ese apóstol, que con su sumisión estos hacen alarde de que yatienen a este del lado que les favorece. El deporte no es para enojarse, es para relajarse, claro hay seres que nunca han hecho deporte e ignoran las cualidades de alguien que hace deporte. Porquetambién puedes hacerlo sin saber nada de esa disciplina que te da el hacer deporte.
Aquí no es dualidad es trilogía; y que esa tercia quería darse por aludida que ellos no tenían nada deresponsabilidad en esa acción de mancillarse, de inmolarse, de hacerse un haraquiri a través de un sobrio mesiado, como queriéndose sentirse único en esa absoluta verdad de la que andan queriendo meterse estostres, y que confabularon a ese apóstol, que apenas no sabe que ese trió lo ha estado utilizando para ejecutarse una auto emulación. Agarro fuerza pensando que la retorica del comandante era...