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El ejercicio de la ética, en consecuencia, le es tan necesario al médico como al paciente; por la sencillarazón de que el ser humano es constitutivamente ético, en razón de la Divina Presencia Constitutiva que no solo lo moraliza, además hace de este un ser trascendente, maravillosamente abierto, dando finalmente razón de su destino. ¡Qué importante sería comprender la relación médico-paciente como un encuentro entre dos seres estructuralmente éticos y, por tanto, adscritos a un respeto mutuo, a unaética de la generosidad que lejos de cualquier paternalismo, refleje la alianza necesaria, presidida por la humildad socrática!
Es sumamente importante hacer comprender la necesidad permanente que tienen los médicos y estudiantes de medicina, así como todo el personal de salud, de hacer turismo por su alma con la alegre y a la vez seria intención de descubrir las disfuncionalidades y patologíasque se les presentan como un límite para el libre ejercicio de sus potencialidades como persona y profesional de la salud: una libertad formada por el amor, la piedad y la misericordia.
Por otro lado, los médicos las enfermeras y los profesionales de la salud no pueden hacer sin más lo que individualmente les parece correcto o los hace sentir bien, sino que tienen que tener siempre presenteslos valores y las normas de trabajo que profesan y reflejarlos en sus conductas clínicas. No es suficiente la buena intención subjetiva. Resulta imprescindible en este contexto asumir un estudio, una reflexión o una meditación progresiva sobre la rica y larga experiencia de la ética pública de los profesionales de la salud. Estamos de acuerdo con James F. Drane 1 en que, aunque hoy muchos médicos nosean religiosos, deberían respetar las fuentes religiosas de muchos criterios éticos profesionales. Si sometiéramos a la ética del cuidado de la salud a una purificación religiosa se desnaturalizaría, perdiendo su fundamento y significado. Es mucha la influencia que las creencias filosóficas y religiosas han ejercido en los criterios éticos de los profesionales de la salud. Que duda cabe quedeben ser tratados críticamente, pero hay mucho de edificante en esas historias que pueden iluminarnos hoy. Si la ética médica y la bioética se vieran despojadas hoy de los criterios éticos inspirados en la religión, la ley civil sería la única fuente ética que nos quedaría. Toda ética quedaría relegada al ámbito puramente fenomenológico, convirtiéndose la norma ética en un deber por el deber: puratautología, para nada atractiva. Para este trabajo no nos vamos a salir del estudio de los principios de la ética general en cuanto principios necesarios a la ética médica así como algunas notas sobre la necesidad de una fundamentación ontológica de la ética y de toda ética convencional, utilitarista, etc. No entraremos en la aplicación de la ética a la experimentación con los seres humanos, en...
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