Ironías Del Destino…

En un pequeño caserío abandonado por el estado y sumido en la vulnerabilidad de la pobreza, vivía una mujer octogenaria que reflejaba una amargura inmensa en su rostro. Se sabía que en su juventud había tenido dos hijos y los había abandonado por marcharse con un mal hombre.

Cada uno de ellos fue creciendo sin el amor de su madre y no tardo mucho tiempo para que cogieran el camino del mal; deeso habían pasado al menos tres décadas. Luego de la muerte de su último compañero, había dejado de creer en el amor y se había resignado a la soledad; además había perdido todo contacto con sus hijos y desde entonces vivía en estado de frustración, desgracia y malogro.

Beatriz Payares, había decidido dedicarse al rebusque, pidiendo limosna por las calles y frente a la iglesia del andurrialdonde termino viviendo sola y abandonada; argumentando un cáncer de seno mortal, que la tenía invadida y le impedida trabajar; pero que en realidad era mentira. Sin embargo, aquel milenario oficio era tan rentable que la viejita había amontonado una gran fortuna a despensa, de los escasos turistas que de vez en vez pasaban por Soledad y de los pocos riquillos que vivían en aquel pueblillo.

Lamujer tenia que guardar las apariencias y continuar inspirando lastima de su desgraciada existencia, por tanto todo el dinero lo tenía guardado en un el único banco del municipio aledaño, en el que era reconocida como la señora Beatriz, una mujer arrogante, cruel y despiadada. Quien se jactaba de su riqueza y humillaba a cuantos podía, siempre que viajaba a dicho lugar.

En cierta ocasión, despuésde una larga jornada de trabajo limosnar salio hacia Rominillo; con la intención de retirar todo el dinero que había conseguido ahorrar y el cual le permitiría, retirarse del oficio con lo suficiente para aventurarse por el país, en busca de sus hijos y para dejarles como herencia su cuantiosa fortuna. Después de la larga fila de espera, la distraída anciana se percato de haber olvidado sutalonario de retiros y entro en cólera con el cajero, quien se negó rotundamente a permitir la transacción sin el debido documento, aún teniendo claridad que en efecto era la titular de la cuenta.

En realidad el sujeto, hizo memoria de la larga lista de insultos y malos tratos que había recibido cada vez que Beatriz los visitaba y vio la oportunidad de vengarse; sin saber que irónicamente le estabahaciendo un gran favor. Entre tanto, dos cuatreros que se habían dedicado durante un buen tiempo a seguirla sutilmente, habían descubierto su doble identidad y conocían cada uno de sus movimientos.

Se habían enterado de sus propiedades, sabían las condiciones en las que vivía en Soledad, la manera como se levantaba el billete y la farsa del cáncer. Hasta el callejón donde se transformaba cuandoviajaba a Rominillo lo habían ubicado; sabían de antemano que su próxima visita al banco sería por todo el dinero que tenía allí guardado. Sospechando que Beatriz asomaría la calle con un gran motín, la siguieron con mesura y en medio de un solitario callejón, uno de los individuos se abalanzo contra su humanidad e intimidándola con un arma blanca le robo hasta el último centavo que llevaba consigo,mientras el otro a unos pocos metros de distancia guardaba la espalda de su cómplice.

La anciana empezó a gritar desesperada, con tal suerte que las personas que lejanamente transitaban por allí, acudieron al llamado de auxilio mientras que los ladrones por separado emprendieron la huida. La fulana fue socorrida de inmediato y luego llevada a la estación de policía, para interponer la demandacorrespondiente; luego salió espantada como alma que lleva el diablo, primero al banco para agradecerle al cajero y después para la emisora del pueblo donde ansiosamente la esperaba un periodista quien haría del hecho la noticia del mes; pues allí, raramente los acontecimientos se salían de su cause.

Mientras tanto, los rateros llegaban a hurtadillas cada uno por su cuenta a un viejo...