José del Pozo, Modernidad, marginación y prácticas libertarias.

Universidad de Santiago de Chile.
Facultad de Humanidades.
Departamento de Historia.
Carrera: Pedagogía en Historia, Geografía y Ciencias Sociales.
Curso: El proyecto político-cultural del anarquismo y sus aportes en la configuración del movimiento obrero en Sudamérica (Perú, Argentina y Chile)
Profesor: Eduardo Godoy Sepúlveda.
Ayudante: Nataly ReyesVillalobos.





Informe Bibliográfico. -

Del Pozo, José, “Historia de América latina y del Caribe, 1825-2001”, Ediciones LOM, Santiago, 2002, págs. 63-97.








Stephanie Maldonado.
Santiago, Martes 15 de Abril de 2014.




José del Pozo es un historiador chileno, que enseña hace verios años en Canadá. Actualmente se desempeña como profesor en la Universitédu Quebec a Montrea. Trabajó durante 9 años como director de las Jornadas de Estudios Latinoamericanos y del Caribe y, además, participó en la Asociación Étnica y en la Liga de los derechos y libertades en Montreal. El historiador, fue exciliado durante dictadura, lo que lo llevó a erradicarse en Canadá. Su obra bibliográfica, está principalmente avocada en temáticas de Chile, en el siglo XX. Susprincipales tópicos y obras escritas, giran en torno a los problemas de desarrollo en Chile, historia oral, sobre activistas anónimos en la Unidad Popular, historia del vino, e historia de la inmigración de chilenos exiliados en Quebec. El libro “Historia de América latina y del Caribe, 1825-2001”. Es su sexta obra, y fue el resultado natural de 28 años de enseñanza sobre este tema. Se trata deuna obra de síntesis, que busca dar una información general sobre este periodo a los estudiantes de pregrado y a cualquier persona interesada en conocer esta materia. Para poder comprender de mejor forma, el enfoque de este manual de historia latinoamericana, es necesario tener presente que, la interacción con el medio estudiantil y académico norteamericano, lo conducen hacia “conseciones alimaginario presente en ese medio respecto de América Latina. La democracia, aparece así, como un ideal ético, cuya dificultad de asentamiento en nuestro continente desdibuja los demás progresos latinoamericanos de los siglos XIX y XX, especialmente cuando sometidos a la comparación entre el mundo “democrático” y desarrollado, este continente parece destinado a mayores o menores fracasos, según seaproxime o aleje del modelo del norte. La otra faceta de la correción política, se hace presente en una visión de la historia latinoamericana como una lucha entre el Occidente avasallador y las poblaciones indígenas oprimidas”1.
En este marco, lo que plantea el capítulo 2, de esta obra, es que el triunfo progresivo del liberalismo, que inauguró los inicios del siglo XX, pareció darle al territoriolatinoamericano, una apertura más inclusiva, a las nuevas ideas que venían géstandose, en ciertas capas de la sociedad2. Sin embargo, al hacer un análisis minucioso, es posible dilucidar que estos cambios respondieron a la necesidad de aminorar las crudas dinámicas de cambio, que tuvieron que experimentar los sectores populares, en el marco de la incersión latinoamericana al capitalismo.
Desdeuna perspectiva, que involucre los sucesos y procesos ocurridos, en el mundo occidental, de principios de siglo, el escenario de aparentes cambios, que ocurrían en el continente, responde a las necesidades del imperialismo occidental, que buscaba ganarse su espacio concreto, de ejecución político-económica, en el continente3. La hegemonía de los imperios de occidente, en los estadoslatinoamericanos, significó la instrumentalización de las oligarquías, por parte de Estados Unidos, Gran Bretaña y otras potencias, posicionadas como enclaves, del funcionamiento y desarrollo económico capitalista. En verdad, la apertura ideológica, que experimentaron las formas políticas, de 1890 a 1929, representan los intereses de una clase hegemónica, que buscó aplacar el descontento y nivel de organización...