JUAN PABLO II 1986 DOMINUM EL VIVIFICANTEM ENCICLICA

Páginas: 122 (30332 palabras) Publicado: 25 de agosto de 2015
CARTA ENCÍCLICA
DOMINUM ET VIVIFICANTEM
DEL SUMO PONTÍFICE JUAN PABLO II

SOBRE EL ESPÍRITU SANTO EN LA VIDA DE LA IGLESIA Y DEL MUNDO

1

Ioannes Paulus PP. II

Dominum et vivificantem
sobre el Espíritu Santo
en la Vida de la Iglesia
y del Mundo
1986.05.18

BENDICIÓN

Venerables hermanos,
amadísimos hijos e hijas:
¡ salud y bendición apostólica !
INTRODUCCIÓN

1. La Iglesia profesa su fe en elEspíritu Santo que es « Señor y dador de vida ». Así lo profesa
el Símbolo de la Fe, llamado nicenoconstantinopolitano por el nombre de los dos Concilios —
Nicea (a. 325) y Constantinopla (a. 381)—, en los que fue formulado o promulgado. En ellos
se añade también que el Espíritu Santo « habló por los profetas ». Son palabras que la Iglesia
recibe de la fuente misma de su fe, Jesucristo. En efecto,según el Evangelio de Juan, el
Espíritu Santo nos es dado con la nueva vida, como anuncia y promete Jesús el día grande de
la fiesta de los Tabernáculos: « " Si alguno tiene sed, venga a mí, y beba el que cree en mí ",
como dice la Escritura: De su seno correrán ríos de agua viva ».1 Y el evangelista explica: «
Esto decía refiriéndose al Espíritu que iban a recibir los que creyeran en él ».2 Esel mismo
símil del agua usado por Jesús en su coloquio con la Samaritana, cuando habla de una « fuente
de agua que brota para la vida eterna »,3 y en el coloquio con Nicodemo, cuando anuncia la
necesidad de un nuevo nacimiento « de agua y de Espíritu » para « entrar en el Reino de Dios
».4
La Iglesia, por tanto, instruida por la palabra de Cristo, partiendo de la experiencia de
Pentecostés y de suhistoria apostólica, proclama desde el principio su fe en el Espíritu Santo,
como aquél que es dador de vida, aquél en el que el inescrutable Dios uno y trino se comunica
2

a los hombres, constituyendo en ellos la fuente de vida eterna.

2. Esta fe, profesada ininterrumpidamente por la Iglesia, debe ser siempre fortalecida y
profundizada en la conciencia del Pueblo de Dios. Durante el últimosiglo esto ha sucedido
varias veces; desde León XIII, que publicó la Encíclica Divinum illud munus (a. 1897)
dedicada enteramente al Espíritu Santo, pasando por Pío XII, que en la Encíclica Mystici
Corporis (a. 1943) se refirió al Espíritu Santo como principio vital de la Iglesia, en la cual
actúa conjuntamente con Cristo, Cabeza del Cuerpo Místico,5 hasta el Concilio Ecuménico
Vaticano II, que hahecho sentir la necesidad de una nueva profundización de la doctrina sobre
el Espíritu Santo, como subrayaba Pablo VI: « A la cristología y especialmente a la
eclesiología del Concilio debe suceder un estudio nuevo y un culto nuevo del Espíritu Santo,
justamente como necesario complemento de la doctrina conciliar ».6
En nuestra época, pues, estamos de nuevo llamados, por la fe siempre antigua ysiempre nueva
de la Iglesia, a acercarnos al Espíritu Santo que es dador de vida. Nos ayuda a ello y nos
estimula también la herencia común con las Iglesias orientales, las cuales han custodiado
celosamente las riquezas extraordinarias de las enseñanzas de los Padres sobre el Espíritu
Santo. También por esto podemos decir que uno de los acontecimientos eclesiales más
importantes de los últimos años hasido el XVI centenario del I Concilio de Constantinopla,
celebrado contemporáneamente en Constantinopla y en Roma en la solemnidad de Pentecostés
del 1981. El Espíritu Santo ha sido comprendido mejor en aquella ocasión, mientras se
meditaba sobre el misterio de la Iglesia, como aquél que indica los caminos que llevan a la
unión de los cristianos, más aún, como la fuente suprema de esta unidad,que proviene de Dios
mismo y a la que San Pablo dio una expresión particular con las palabras con que
frecuentemente se inicia la liturgia eucarística: « La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el
amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo esté con todos vosotros ».7
De esta exhortación han partido, en cierto modo, y en ella se han inspirado las precedentes
Encíclicas Redemptor hominis y Dives...
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