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Menciono esto porque es lo que se me ocurre cuando trato de imaginar a Miguel Ángel Asturias cuando se decidió a escribir ElHombre que lo tenía TODO, TODO, TODO. Y no es que quiera demeritar la literatura infantil, al contrario, merece todos los elogios, pero siendo una de sus obras tardías, después de haber obtenido elNobel y de haber escrito sus trabajos más exitosos e importantes, solo me puedo explicar que haya decidido incursionar en esa rama literaria para tener un nuevo desafío, un hito que lo llevara másallá, que le permitiera abarcar todo lo posible.
El hombre que lo tenía TODO, TODO, TODO es un libro lleno de fantasía, con un personaje que se debate entre la gloria y la maldición de tener, en lugarde pulmones, imanes que atraen los metales y riquezas del mundo. Ese don, aparte de causarle fastidios, pues si no duerme sobre un colchón de sal gruesa amanece sepultado bajo toneladas de fierros detoda variedad que atrae durante el sueño, también es la causa de sus riquezas.
La casa editora recomienda que los lectores del cuento tengan al menos 12 años, seguramente por el vocabulario que...
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