KING
Barack Hussein Obama, hijo de blanca y de negro, cuando los parejas interraciales no sólo eran tabú sino que en muchos lugares estaban prohibidas, juraba su cargo sobre la biblia deKing y la de Lincoln, y se proclamaba heredero de los principios de «quienes dejaron sus huellas en este parque para escuchar a un pastor decir que no podemos caminar solos, y para a oír a aquel Kingproclamar que nuestra libertad individual está unida a la libertad de cada alma sobre la Tierra». Era, lleno de simbolismo buscados, en el día de la fiesta nacional de Martin Luther King.
«Si nohubiese habido un Martin Luther King Jr., no habría un Barack Obama como presidente» (John Lewis)
Aunque, según un estudio publicado en 2010, en EEUU las familias blancas siguen siendo cinco vecesmás ricas que las negras, lo cierto es que en aquel discurso histórico de King no pudo haber ni el menor atisbo de que, un día, el hombre más poderoso de la Tierra sería de la misma raza que aquel quefue asesinado, ese 4 de abril. Aquel tiro ponía fin a una vida de lucha que le valió el Nobel de la Paz cuando sólo tenía 36 años, pero no pudo terminar con los avances que, finalmente, igualaron ablancos y negros.
El congresista John Lewis, uno de los colaboradores más estrechos de King, lo dijo en ese día de enero de 2013: «Si no hubiese habido un Martin Luther King Jr., no habría un...
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