Kropotkin, panfletos revolucionarios

Todos los actos del hombre, buenos o malos, útiles o perjudiciales, derivan de un solo motivo: El deseo de placer.
Estos actos son premeditados, conscientes de los seres humanos donde se buscanla satisfacción de una necesidad, o tratan de evitar lo que, para ellos, sería un motivo de dolor.

Las acciones del hombre, cualquiera que sea su conducta, obra siempre para obedecer a unanecesidad de su naturaleza, una necesidad natural en el individuo, de buscar el placer o evitar el dolor; deducen que todos sus actos son indiferentes, que no hay ni bien ni mal, que todos son igualesya que tratan de obtener aquél placer.
Sin necesitar una Biblia o una filosofía podemos distinguir lo bueno y lo malo como en el mundo animal, y la causa se halla en la preservación de la raza ymayor desarrollo de la individualidad.

Consideran bueno lo que es útil a la sociedad en que vive y malo cuanto le es perjudicial y que aquella apreciación puede cambiar; varía el grado deinteligencia o conocimientos adquiridos, no tiene nada de inmutable.
En la mayoría de las sociedades obrar con ese principio ha pasado a ser una costumbre en la que Kropotkin aconseja “hacer a losotros seres lo que queremos que nos hicieran en circuntancias similares”. El modo de obrar respecto a los demás tiende a convertirse en costumbre.
Tanto en la sociedad animal como en la humana, la leydel apoyo mutuo es la ley del progreso y con el valor y la iniciativa individual que de él se desprenden, aseguran la victoria de la especie.
La igualdad y la solidaridad son las armas máspoderosas del mundo en la lucha por la existencia, la igualdad es sinónimo de equidad, es la anarquía; Kropotkin proclama que no toleraremos en el futuro la desigualdad que ha permitido a algunos denosotros emplear la fuerza, la astucia o la habilidad, de una manera que ha desagradado a los demás. Los gobernados, explotados, prostituidos y engañados hieren ante todo el sentimiento de igualdad....