La Camisa De Margarita

X texto: ¨El tercero o réquiem de un asesino¨
Nikol Daneva
Historia de hechos reales. Todas las personas y eventos son ficticios. Cualquier parecido es pura coincidencia.
Después del dolor vino la increíble sensación de liviana.
Estaba muy asustada en el principio. Sola en la oscuridad, ella no sabía dónde estaba, no podía moverse, no podía gritar por el daño.
La voz de su hermana venía deallí, de ese lugar luminoso, donde hace una eternidad las dos juntas podían reírse y llorar, soñar y hasta pelear.
Ahora era toda dolor. Océano de dolor. Dolor cual antes no conocía porque ahora en él se transfundían incontables ríos. Ríos de dolor ajeno e incurable. Reconocía la desesperación de la madre que perdió su único hijo, la empapaba su agonía moribunda, sentía el desespero del joven queperdió su amada… se ahogaba en la soledad ajena…
No existía el tiempo, no existía el espacio, no existía la luz. Solo un océano de dolor. Y como una isla adentro era la voz de su hermana. Pero ella también iba a hundirse pronto si no lograba pararle de lo que estaba por hacer. Su hermana estaba en peligro mortal y ella no podía ni temblar su parpado para advertirle…
Y así finalmente el dolordio paso para atrás. Solo tenía que pasar por el túnel para liberarse de él para siempre. En el fondo resplandecía una luz y ella se …. hacia su brillo atractivo. Se sentía más liviana y la luz se volvía más brillante. Ya estaba separada de la tierra y estaba volando hacia el fondo radiante del túnel, cuando vio como allí aparecen las líneas de un silueta. Un poco más y va a empezar a reconocerlo…Una mujer le esperaba allí y ella sabía quien era. Ya veía un mundo hermoso e increíble, lleno de harmonía de colores, luces y sonidos. Su patrón extendió su mano y en el mismo momento ella escuchó su nombre…
Desde ahí, del mundo del dolor que había quedado atrás su espalda, le llegó la voz de su hermana que le llamaba. El océano había empezado a hundir su isla chiquita…
Ocho días antes
22 dediciembre
Sobre la ciudad alemana tranquila flotaba un sonido de campanitas pre navideñas. Desde las catedrales dispersos en toda la ciudad, incluso en un día hábil a cada hora por aquí, por allí ascendía un recordatorio discreto de la fugacidad de nuestro deseos terrenales. Y ahora, días antes del feriado más encantador y exuberante el aire estaba casi empapado de esta santidad melódica. Santidad,que contrastaba con el ritmo frenético de las calles del centro, con el hormiguero rebelado de las tiendas y con los anuncios que atacan el mareado usuario desde un ángulo inesperado. Hasta el río parecía fluir más rápido y los patos casi domesticados se sumergían más exaltados en las piscinitas en la costa, atraídos por el clima inusualmente cálido.
Por la calle estrecha y empedrada quedescendía hacia la muelle, caminaban dos chicas. María caminaba rápidamente por la acera izquierda, Magdalena - por la derecha. Los pocos transeúntes que les cruzaban al azar se daban vuelta después de ellas, pero ambas ya estaban acostumbradas al interés que inspiraban. Como niñas ellas encontraron que a todos lados se convertían en el centro de atención, y desde entonces decidieron ignorarlo. Su mundo,un mundo sólo para dos, hasta ahora era tan maravilloso que el extranjero era a priori rechazado.
Teniendo nombres bíblicos, los nombres de las dos mujeres más fieles, encarnadas las dos naturalezas femeninas extremas, que no sólo eran iguales, como una imagen en espejo. También fueron dotados con esa belleza elegante que anima y obsesiona. Altas, delgadas, con rostros de Madonas renacentistas ypechos, por cuales algunos gastan cantidades enormes, ellas cautivan la imaginación con la promesa indecible pero claramente implícita de una pasión ardiente. El efecto era aún más impresionante debido a que toda esta belleza aparecía en una imagen doble. Se parecían tanto, que sólo su madre nativa no les confundía. A veces, incluso especulaban con su semejanza, ocultando con éxito las pequeñas...