la carcel minicuento

La cárcel

La cárcel era grande y de piedra. Él la vio sólo por un momento y entonces la puerta se cerró detrás de él. Se quedó solo allí adentro.
“No puede ser”, sedijo a sí mismo. “Debe haber alguien más.”
Se alejó de la puerta y caminó hacia adentro. No se escuchaba nada. Caminó decidido , la misma que había mostrado frente al tribunal.“Soy inocente”, se dijo.
Pero el final no llegaba, y él comenzó a preguntarse si sería cierto que las prisiones no tienen fondo. Si el castigo sería recorrer un largocamino solo.
“Como la vida”, sonrió y siguió caminando.
Sentía que el piso por el que caminaba era distinto, por lo tanto, se dijo, que no podía estar caminando en círculos.Pero el final seguía sin llegar y él seguía avanzando.
“Las prisiones no pueden ser tan grandes”, pensó, pero la caminata se volvió eterna.
“Al menos que haya sólo unaprisión”, pensó.
Sin embargo, siguió caminando. Urgido. Con curiosidad. Su conciencia lo mantenía en pie.
“¿Hace cuánto que estoy caminando?” se preguntó, pero ya no lo sabía.El tiempo pasaba volando. El mismo tiempo que haría llegar la noche, y luego el día. Pero él estaba en una noche forzada, caminando hacia ¿dónde?
“Hacia el final”, se dijo.Caminó un poco más lento, casi con obsesión. Sabía que iba a llegar al final, y comenzó a creer que llegar era su destino.
Sin embargo, mucho más tiempo del que él cree hapasado. Y ahora todos hablan de él en pasado; algunos con odio, otros con compasión. Algunos dicen que cuando se cerró esa puerta, su destino quedó escrito. Otros, que suviaje recién se había iniciado. Pero hay algunos que afirman que, cuando dio el primer paso, ya no tuvo destino sobre esta tierra.