La Charca

Páginas: 26 (6305 palabras) Publicado: 26 de junio de 2012
Capítulo III
Al día siguiente, con los primeros albores, renació en la finca de Juan la actividad de los trabajos.
La mañana humedecía la tierra con gotas trémulas y preparaba en el cielo, con variedad de colores, la imperial recepción del sol. La temperatura era fresca, y las humedades del alba, fecundando bosques, les daban alientos para la nueva jornada, encendiendo el color de las flores,vigorizando el verdor de las hojas, irguiendo la esbeltez de los tallos, invitando a la magnífica cloralia de los campos a lucir al sol las opulentas galas, a entregarse al fraternal comensalismo de las plantas. La navidad serena, siempre serena del día, sonriendo sobre las colinas y los valles. El eterno impulso volteando la rueda de la vida con la constancia aviterna del infinito.
Lostrabajos de la granja se reanudaban. Las brigadas de obreros movíanse con cierta prisa que estimulaba el mayordomo, como si la interrupción de la noche hubiera perjudicado los cultivos, como si la intercepción de las horas dedicadas al sueño hubiera atrasado la fructificación de los cafetos. Montesa, el mayordomo, les empujaba: a los de la sierra les hablaba fuerte, porque era preciso que las tablasdesgajadas de los gruesos troncos fueran homogéneas, sin remates deformes y de la longitud exigida; y ellos, protestando y prometiendo, se perdían por los repechos en busca de los despeñaderos en donde se levantaban los árboles condenados al hacha; a los de la recua que conducía semillas de bananos y espiguillas de café les recomendaba premura para que llegaran en breve al terreno ahoyado en dondedebían sembrarse, pero esa prisa sin apurar las pacientes mulas con latigazos inútiles y sin abusar del hercúleo burdégano, capaz él solo de sustentar la carga de tres bestias; a los camineros les increpaba la torpeza con que hicieron el trabajo anterior, y soltando cuatro ternos les lanzaba al rostro la brutalidad cometida al arrojar pedruscos arrancados para hacer caminos sobre los cafetos de lamargen, tronchando tallos preciosos que por esa causa tenían que ser resembrados; luego tocaba a los carpinteros, a quienes reñía por la pobre tarea de la anterior semana. Sí, allí todos eran para Montesa unos zánganos, unos perezosos, que no tenían ni ojos ni trino y, muchas veces, ni buena intención.
Aquel Montesa era criollo, compatriota de la turba de pálidos que preocupaba a Juan del Salto;pero tenía historia de hombre que anduvo el mundo. Cuando chico, bajaba con frecuencia al llano, en donde estaba situada la población cabeza de partido. Desde las cumbres había visto muchas veces, allá, hacia el sur, un lampo marino, una franja de plata en donde el sol producía los incendios del mediodía. Pudo con frecuencia contemplar aquella superficie extensa, distinta de la tierra, que se perdíaa lo lejos, en el país de los misterios, en los horizontes de lo desconocido. Mas el día en que, bajando al llano, contempló el mar desde la orilla, quedó suspenso, mudo de asombro, embargado por la emoción inesperada, como aquel que formándose determinada idea de algo palpa en la realidad cosa distinta. Contempló por primera vez el océano echando la cabeza hacia atrás, irguiéndose para alcanzarmás lejos, respirando con ansia la marina brisa. Montesa quedó aquel día esclavo del infinito. El espectáculo del mar fue desde entonces el deseo de sus horas de asueto, el pretexto para sus fugas de muchacho, el tema de sus ponderaciones y de sus cuentos, relatados en cuclillas a los demás flacuchos del monte. El mar le parecía grande, hermoso... A su imaginación sin cultura le faltaban puntos decomparación en la tierra, y los buscaba en el cielo, pensando que la enorme superficie de agua era tan grande como la techumbre celeste. El mar fue para Montesa algo que se desea, algo que sugestiona, algo que se sueña. Un día bajó al llano conduciendo, con otros campesinos, una recua cargada de frutos, y no volvió al monte. Su familia supo que había resuelto dedicarse a las labores de otra...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • La charca
  • La Charca
  • La charca
  • La Charca
  • La Charca
  • La charca
  • La Charca
  • charca

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS