La Constitución De 1836

CONSTITUCIÓN DE 1836
Cánovas como historiador observaba que a lo largo de la historia de España y especialmente de su último milenio existían dos instituciones cuya presencia era permanente, la monarquía y las cortes. El sistema político español especialmente en sus mejores expresiones era consecuencia del mutuo respeto y la identidad de objetivos entre ambas.
Por ello Cánovas entiende que lasubsistencia del sistema parlamentario depende de nuevo de la asociación entre la corona y las cortes, y esa asociación se posibilita a través de un régimen constitucional sencillo y flexible susceptible de autorización por vía legislativa, de manera que lo que Cánovas denomina la constitución interna, pueda ir adaptándose progresivamente a las exigencias del tiempo.
En caso británico laconstitución interna hacia innecesario la redacción de una constitución formal. En el caso de España Cánovas otorga rango constitucional a la Jefatura de las fuerzas armadas por parte del rey, y la confesionalidad católica al estado.
Al mismo tiempo Cánovas impulsa la tolerancia religiosa y la aplicación del sufragio universal, ya establecido en la Constitución de 1869. Al mismo tiempo se despoja alpoder judicial del rango del poder del Estado y se convierte en un mero departamento administrativo al servicio del poder ejecutivo, un poder ejecutivo que somete también a sus directrices a la administración provincial y local.
En todo caso este sistema se basa políticamente en la existencia de dos grandes fuerzas partidarias constitucionales, los conservadores y los liberales, y en su denominadoturno pacifico del gobierno, es decir, y siguiendo también el modelo británico, en la sucesión pactada de ambos partidos en la acción ejecutiva. Para que este procedimiento funcione se hace inevitable acudir a una manipulación sistemática de las elecciones, y como el sistema electoral es uninominal mayoritario, en cada distrito surge un “gran elector”, o como se le empieza a conocer en la épocautilizado un termino de procedencia americana “un cacique”.
Por eso desde el principio de la restauración los procesos electorales padecen una severa crisis de legitimidad.
Con los periodos de gobiernos liberales y bajo el impulso de Sagasta, se introduce una tímida legislación social, pero el funcionamiento del sistema se resiente de su incapacidad para facilitar un cauce para la expresiónpolítica parlamentaria, es decir, un cauce institucional a los nuevos movimientos sociales y partidarios. El sistema electoral a penas posibilita una mínima representatividad en distritos como Madrid, y además las fuerzas del turno de partidos, y especialmente el partido liberal, no realiza ningún esfuerzo para intentar integrar esas nuevas realidades sociales. A este problema se le suma el surgimientode un profundo debate territorial con una expresión política explicita en Cataluña y en las provincias vascas, un profunda crisis de identidad, consecuencia de la desastrosa guerra con estados unidos de 1898 y finalmente una también desastrosa guerra colonial en Marruecos que crea además un nuevo perfil de militar, ya no liberal y sí en permanente actitud de descontento ante el funcionamiento delos poderes civiles, llamados “militares africanistas”.
Este conjunto de crisis desemboca en 1923 en un pronunciamiento militar que respalda el rey y que establece un directorio que suspende el régimen constitucional y crea un sistema autoritario. Cuando ese directorio se derrumba arrastra a la monarquía y las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 otorgan la victoria a los candidatosrepublicanos de los principales centros de población del país.
El 14 de abril de 1931 se constituye la segunda republica española a través de la institución de una presidencia y un gobierno provisional en donde están representadas todas las fuerzas de oposición democrática al directorio. Ese gobierno convoca elecciones a cortes constituyentes que en junio otorga la mayoría parlamentaria a la...