La Construcción De Lo Nuestro

La construcción de lo nuestro
En esas circunstancias, Álvaro Obregón (1920-1924), el primer presidente del Estado postrevolucionario mexicano, no tuvo otro remedio más que transferir su política nacionalista de la esfera económica a un espacio más simbólico, como sería el campo de
La educación y la cultura.
Técnicos, intelectuales y artistas se ocuparon entonces tanto por la “reconstruccióneconómica” del Estado como por la “integración nacional” a través del conocimiento de “lo mexicano”. Obregón encargó el proyecto cultural a su secretario de Educación, José Vasconcelos. Este funcionario se hizo de un gran poder pues además de atender el problema del analfabetismo a nivel nacional reguló la actividad pictórica, el teatro, la escultura y la arquitectura. El abogado oaxaqueño reconocióque el gobierno disponía de la capacidad y legitimidad suficientes para exigir a los artistas que trabajaran por la regeneración y el enaltecimiento del espíritu nacional.
Vasconcelos invitó a artistas e intelectuales a reflexionar acerca de las raíces de la identidad mexicana. Después de muchos debates, los expertos concluyeron que el “pueblo mexicano” constituía la base de nuestra identidad.Escritores y artistas distinguieron a la gente como sustrato de la cultura nacional y apoyaron la revalorización de “lo nuestro” en contraste con lo extranjero. Los modelos franceses que habían inspirado el arte patrio durante el Porfiriato fueron erradicados. De esta manera, las artesanías mexicanas tradicionalmente despreciadas por las élites culturales, tomaron un lugar preponderante dentro dela plástica nacional.
En este contexto, los arquitectos empezaron a hacer a un lado los estilos históricos europeos que habían imitado para diseñar los edificios públicos. La influencia de la École des Beaux-Arts, la escuela de arte más prestigiosa del mundo desde el siglo XVII, se consideró anticuada, aristocratizante y contraria a los intereses oriundos. El gremio estudió entonces el pasadomesoamericano y colonial para seleccionar de entre estas dos fuentes culturales la que a su juicio podría representar mejor la arquitectura nacional del periodo postrevolucionario.
Las élites convinieron que el neocolonial debía aplicarse a los edificios públicos así como a las construcciones privadas de la clase dominante. Por ejemplo, para los primeros, se debe mencionar la transformación delPalacio Nacional (1926) realizada por el arquitecto Augusto Petriccioli. Para los segundos hay que mirar las casas neocoloniales que llenaron las colonias Lomas de Chapultepec e Hipódromo Condesa, que más que imitar el barroco español copiaban el estilo “colonial californiano” muy de moda en Estados Unidos.
La arquitectura prehispánica se aprovechó para el diseño de pabellones para feriasinternacionales como el realizado por el arquitecto Manuel Amábilis para la Exposición Iberoamericana de Sevilla, España en 1929. Paralela a la búsqueda del nacionalismo de Amábilis, en Yucatán, el arquitecto Ángel Bachini construyó la Casa del Pueblo (1926-1928) de inspiración formal maya. Como una expresión nacionalista aislada y muy posterior destaca el Museo Estudio Anahuacalli (1943-1957) diseñado yconstruido por Diego Rivera en el sur de la Ciudad de México.
Por otra parte, si bien es cierto que la arquitectura colonial parecía más funcional y atractiva al gusto extranjero, su aceptación implicaba dos problemas: por un lado el costo excesivo de producción dado su tratamiento ornamental y, por otro, la carga simbólica del estilo era un recordatorio constante de la dependencia de la metrópoli,efecto contrario a lo que los nacionalistas esperaban reflejar. Además, el nuevo régimen quería proyectar un perfil de país independiente que se modernizaba al tiempo que preservaba los valores regionales.

Escuela Benito Juárez.Construida por Carlos Obregón Santacilia, inspirado en la arquitectura monacal barroca del siglo XVIII.
Como el gobierno de Álvaro Obregón se desvivía para atraer...