La Crisis De La Democracia Representativa

RAFAEL LAPIEDRA MESEGUER
DERECHO ELECTORAL
GRUPO: A
6º ADE-DERECHO
PRÁCTICA 1 (05/10/2012)
Sin duda que en este momento nos encontramos en el punto en que los partidos políticos son las instituciones, entidades u organizaciones con el porcentaje más alto de críticas por parte de la ciudadanía en un sistema democrático como el actual.
Algunas personas las describirán como entidadescerradas, poco democráticas, ajenas a la ciudadanía, preocupadas por sus propios intereses y que tienen muy poco en cuenta –o nada- los intereses de los electores, y no tanto en la idiosincrasia o la orientación ideología del propio partido, como en el día a día o en su actuación cotidiana en la adopción e implementación de decisiones.
Este sentimiento se ha arraigado profundamente en la sociedadespañola a raíz de los últimos acontecimientos, entre los que podemos incluir la reforma constitucional citada en el artículo de Javier Marías, titulado “Iconoclastas a hurtadillas”.
En relación con ello, y según el artículo “Spanish Political class must become more transparent, accountable”, la ciudadanía critica la falta de transparencia de las organizaciones políticas, siendo las institucionesque en mayor medida querrían los ciudadanos ver liberada de corrupción. El mismo artículo destaca a España como el único Estado de la Unión Europea sin una ley que garantice a la población un acceso a la información de primera mano del partido, acentuando el distanciamiento entre el mismo y el público, su público. Esto, junto con otros muchos factores de carácter social o cultural, fuera de todaduda, guarda una gran relación con la representatividad que se desprende de cualquier sistema de partidos. Actualmente nos encontramos en un punto donde dicha representatividad, nexo entre representantes y representados, pende de un hilo.
Pero al mismo tiempo, a mi juicio tenemos que considerar a los partidos políticos como instituciones imprescindibles para el funcionamiento del sistemademocrático español; han jugado un papel fundamental y protagonista en el proceso de transformación política desde un sistema autoritario y altamente centralizado a uno democrático.
Los partidos políticos españoles priorizaron, desde su surgimiento, su actividad en las instituciones, por encima de otras facetas que les deben ser propias, como la función de representar a un determinado colectivo. Laprimacía de la lógica de la competición electoral sobre la de la representación ha estado enormemente extendida, primando desde los inicios de la transición a la democracia en casi todas las formaciones partidistas.
Como bien es sabido, cualquier sistema electoral se puede configurar a partir de dos puntos clave políticamente hablando, como son la representación y la gobernabilidad. Es lógico puesque se plantee la cuestión de dónde queremos que se sitúe nuestro sistema. ¿Queremos generar una representación fiel del pluralismo político que hay en la sociedad? ¿O bien queremos disponer de unas instituciones políticas estables que garanticen la gobernabilidad con sistemas mayoritarios?
En esencia, esta es la profunda reflexión que extraigo del artículo de Don Javier Marías.

A modo desíntesis, el texto habla sobre la reforma que se produjo del artículo 135 del texto constitucional con motivo de limitar el gasto público. Y la cuestión que trasciende es si fue o no reprochable la falta de referéndum que se produjo en su momento por la citada reforma de la Carta Magna.
El proceso de la reforma constitucional es un proceso puramente normativizado, recogido en el artículo 167 de lapropia CE.
Haciendo memoria, el 26 de agosto de 2011, los Grupos Parlamentarios Socialista y Popular en el Congreso presentaron conjuntamente una Proposición de Reforma del artículo 135, solicitando su tramitación por el procedimiento de urgencia y su aprobación en lectura única. Una vez celebrada sesión plenaria, y rechazadas las 24 enmiendas al proyecto original -lo que doblemente me...