La crisis de la deuda en América Latina y Europa

Macías Ibarra Julia M.
La crisis de la deuda en América Latina y Europa
Pensamiento Económico Contemporáneo.

Durante los años sesenta y principio de los setenta, los países de América Latina registraron un significativo crecimiento económico, tal crecimiento obedeció esencialmente a dos factores: Un rápido y continuo aumento de las exportaciones de productos manufacturados y el surgimientode un mercado internacional de dinero y de capitales a los cuales los países latinoamericanos tuvieron fácil acceso por la abundante disponibilidad y las tasas de interés relativamente bajas.
La tendencia de dicho crecimiento se frenó en la segunda mitad de los años setenta debido, entre otras razones, a la crisis de los precios del petróleo. El precio del petróleo, al estar fijado en dólares,presenta una caída como consecuencia de la depreciación del dólar. Los países exportadores comienzan a controlar el precio del petróleo para recuperar el valor perdido por el fin de la convertibilidad de los dólares en oro. Es el comienzo de los petrodólares, que en última instancia le daban respaldo a un dólar desligado completamente de un valor físico.
En estas circunstancias disminuyó larigurosidad en la concesión de los créditos por parte de la banca, los bancos ofrecían y aún obligaban, directa o indirectamente, a los países subdesarrollados a aceptar préstamos, muchos de los cuales ni siquiera eran indispensables. El endeudamiento externo de los países latinoamericanos respondía a los intereses de la banca internacional, antes que a las necesidades reales de los países que seendeudaban.
Durante este festín crediticio, los organismos internacionales apoyaron decididamente la contratación de créditos por parte del mundo subdesarrollado, relativamente marginado del mercado financiero. Esa era la mejor salida frente a la crisis recesiva en los países centrales. En este ambiente, los gobiernos y los grupos dominantes en los países periféricos encontraron la oportunidad propiciapara satisfacer, aunque sea parcial y temporalmente, su crónico déficit de financiamiento. Es así como se produce un agresivo y alegre endeudamiento.
En el caso concreto de México, los ingresos de divisas se incrementaron gracias a la triplicación en el precio del petróleo, lo cual tendría que haber alejado al país de la necesidad del endeudamiento.
No obstante, el volumen de los préstamos delBanco Mundial a México experimentó un gran incremento y además el país se endeudó con bancos privados, con el aval del banco mundial. Mientras la situación de las finanzas públicas, entre 1974 y 1976, se deterioraba gravemente y las señales de alerta se encendían, el Banco Mundial empujaba a México a seguir endeudándose. Los informes y pronósticos del Banco Mundial aseguraban un panoramamagnífico y plenamente favorecedor para la economía mexicana.
En octubre de 1979, en el momento en que Paul Volcker, director de la Reserva Federal de los Estados Unidos, decretaba un fuerte aumento de los tipos de interés, que conduciría inexorablemente a la crisis de la deuda, el Banco Mundial se mostraba tranquilizador. Aún cuando ya existían señales de alarma sobre la situación mexicana, los préstamosinternacionales seguían fluyendo.
El 20 de agosto de 1982, después de haber reembolsado sumas considerables en el curso de los primeros siete meses del año, el gobierno mexicano declaró que el país no estaba en condiciones de continuar los pagos, y decretó una moratoria de seis meses, lo que detonaría el gran problema de la deuda.
Una vez que estalla, y ante el peligro que corren los acreedoresde no cobrar sus deudas, estos consiguen imponer una intermediación en la crisis que claramente favorecerá sus intereses a lo largo de todo el proceso.
El FMI, de facto, garantiza que los países endeudados de Latinoamérica prioricen sus objetivos a atender el máximo de obligaciones financieras posibles. Así, todo lo que se hace en los años siguientes sigue ese único y claro objetivo de...