La crisis pedagógica

Una gigantesca transición ha comenzado. Y no sabemos dónde nos dirige.

Los simples ciudadanos frente a la percepción de que hay un sistema planetario en crisis, sentimos que somos rehenes de unaespecie de orfandad angustiante. Y nos preguntamos si está en nuestras manos pensar y construir un futuro digno de ser vivido. Resulta ya indudable que los próximos decenios arrastrarán al mundo amodificaciones y bifurcaciones sociales imprevisibles.
Y, por supuesto, la educación no es ajena a todas estas circunstancias. La “crisis pedagógica” que tanta atención recibe desde los medios decomunicación de masas, no es independiente de toda esta distorsión civilizatoria generalizada.

Hemos aprendido en el curso de la historia que la sociedad predominante pretende mantener ciertasestructuras y formas de poder que nosotros creemos injustos ya que no permiten el desarrollo igualitario de las personas, creando clases dominantes tanto política como económicamente. Este autoritarismo lomanifiesta la sociedad desde la educación para crear personas dependientes, autoritarias y competitivas que asumen las injusticias del sistema como algo natural a la humanidad, integrándonos en unsistema insolidario y que mantiene desigualdades, violencia, enfrentamientos y explotación.

Ahora viene la pregunta: como ciudadanos simples, como dirigentes institucionales, como dirigentes yfuncionarios políticos, como agentes educativos, ¿estamos realizando acciones que colaboran con la transformación global de la sociedad? ¿Buscamos ese cambio transformador? ¿Comprendemos y nos hacemos cargo ysomos concientemente partícipes, en pequeña o gran medida, de los procesos de cambio en todas las áreas y quehaceres del ser humano como las nuevas formas de producir bienes, de entenderse, de haceracuerdos, de comunicarse, de informar, y de enseñar y aprender ? ¿En qué paradigma inscribimos nuestras acciones? o ¿ sobre qué líneas alternativas transitamos?
Mientras, se nos dice de los...