la crisis y el duelo del divorcio

LA CRISIS Y EL DUELO DEL DIVORCIO

Por lo general las divorciadas en relación con las viudas sienten una soledad mayor, que las lleva incluso a problemas de saludfísica y mental.
En nuestra sociedad el apoyo brindado a los divorciados tanto hombres como mujeres es muy poco en las iglesias; y es necesario que existanrecursos para ayudar que estas personas hagan su duelo, aprendan y crezcan a través de sus experiencias.
Los pastores que no son divorciados deben desarrollar unacomprensión de la experiencia en su corazón. El divorcio como tal es un insulto al ego y afecta el autoestima de una persona y por lo general trae como consecuencia enojosno resueltos, amargura, resentimiento, soledad, duda en uno mismo.
El ministerio de cuidado y asesoramiento pastoral con los divorciados debería lograr tres metasque están íntimamente relacionadas:
1. Trabajar para resolver la pena y el dolor: la persona divorciada debe trabajar en los conflictos no resueltos para evitarque afecten en un futuro matrimonio
2. Aprender a crecer a partir de esa experiencia.- ayudar a las personas a que identifiquen y cambien todo lo que contribuyó ala muerte de su matrimonio y capacitarlas para que aprendan nuevas habilidades para comunicarse y que aprendan a resolver problemas.
3. Reducir al mínimo el dañoemocional en los hijos.- la decisión de terminar con un matrimonio destructivo por lo general es el primer paso para una vida mas constructiva. Es importante en estecaso la ayuda pastoral y el integrarse a un grupo de divorciados que con asesoramiento puedan discutir de temas que los ayuden a manejar sus situaciones.