La despedida

La despedida:
Y la última mirada, y el último adiós. El ultimo abrazo con la última lágrima.
Él me miró y de sus labios cayó un te quiero, que rápidamente seescondió tras su melena. Se dio la vuelta y cogió la maleta con fuerza. Dio dos pasos y sus pies se pararon. Dio una calada al cigarrillo que sostenía con sutileza en sumando derecha. Dudoso, miró atrás. Se había olvidado del último beso. Se abalanzó sobre mi lanzando al suelo su equipaje, y con todo su fuego, me besó. Una veznuestros labios se despegaron, aun tibios, nuestras miradas se volvieron a cruzar, y pude ver, sus ojos, tan profundos, tan hipnóticos, sabía que tardaría en volver averlos.
Tras eso, cogió la maleta de nuevo, y lanzó el cigarrillo, que una vez sostuvo con sutileza, al suelo con desprecio.
Subía al autobús, con su melena ondeante,que ahora le llegaba a media espalda, pues iba cabizbajo, como si su pesar fuera un trasgo subido a su espalda.
Sin perderlo de vista di unos pasos atrás. El autobúscerró las puertas. Vi cómo se sentaba en la parte trasera del automóvil, sin aun levantar la cabeza, y cuando por fin me miró, el autobús arrancó, y levanté mi mano.Con los ojos húmedos, intenté sacudirla levemente, aunque fué demasiado tarde y ya estaba demasiado lejos para verlo.
Se hizo la luz. Las farolas callejeras mediodormidas, abrieron sus ojos, justo en el momento en que el automóvil atravesó el sendero de árboles. Y yo, con la mano aun alzada, Volví la cabeza y vi elcigarrillo, aún humeante en el suelo, cómo una rata medio muerta agonizante de dolor. De tristeza. Cómo un vago recuerdo, una prueba, que no era un sueño, que él existía.