La dualidad

La dualidad.

Hay una dualidad inherente entre el abogado y aquel otro enclaustrado cuyo calificativo solo podría ser el de artista. Ambos son uno, y aun así, perecen ante el enorme abismo de lasdistancias; distancias medidas por medio de quebrantos y pesares, catástrofes morales y espirituales… Mientras que el abogado, siempre frio y calculador, intenta conservar su estoica firmeza,únicamente idónea y utilizable como calmante exhaustivo de su propia conciencia, él otro, el artista ,vedado pero aun así consciente, prefiere como mártir extraer la sustancia mas amarga del dolor.

Yentonces me pregunto, indagado por esa injustificable duda, cuestionada al mismo tiempo por los enigmas mas ocultos de la condición humana ¿A cual de los dos debo escuchar? ¿A la razón o alsentimiento? Como futuro litigante pienso día a día en el momento en que tenga sucumbir ante los juicios reguladores de los hombres como un representante mas de la ineficacia legislativa, cuya supuestaincorruptibilidad ha sido violada por sus mismos creadores, y ofrecida como poderoso instrumento a lo adultero de esta sociedad. Si pudiera, expondría los tantos casos a los que por infortunio he sidotestigo, y que ahora como consecuencia, los refugio tras el hierático silencio de la impotencia.

Se que esto parece un quejumbroso desplante dirigido a una profesión cuya base se nutre de talesrespetables conceptos como la justicia y la igualdad; y se que no soy digno de atacar a casi trecientos siglos de normatividad universal basadas en los mas impíos anhelos de respeto y convivencia, perosi tengo la responsabilidad de sentir, tal como el artista, para eludir caer en la insensibilidad. El litigante, sin un núcleo sentimental al cual aferrarse es comúnmente considerado el arquetipomagno de la objetividad y por consiguiente, como si fuese una maldición, manipulado bajo la tranquilidad capciosa de la avaricia, se metamorfosea en un hombre distinto del cual era; un hombre frio y...