La Escritura de la Historia del Arte

Juan David Múnera Vives

LA ESCRITURA DE LA HISTORIA DEL ARTE
KAREN CORDERO
Al acercarnos el panorama actual de la Historia del Arte, desde sus fundamentos, su función y sus horizontes, nos encontramos con ciertas limitaciones en cuanto a las apreciaciones de su praxis, que ponen en duda no sólo su ejecución, sino las bondades de su impacto social. Este cuestionamiento se refiereconcretamente, al manejo que se le da a la imagen u obra y al argumento que viene inscrito en ella, de acuerdo a los intereses de determinados sectores, cuyo objetivo es la circulación comercial de la misma, no sólo con fines económicos sino de control cultural. Esto se traduce en la concentración del poder del arte, que finalmente influirá y guiará al espectador en su proceso de acercamiento y aprensión alcampo. Es tal vez esta, la principal preocupación de Karen Cordero en su ensayo de “La escritura del arte”, en donde expresa directamente que la mejor vía para evitar y contrarrestar la centralización del poder del arte, es la producción del conocimiento y nuevos significados, elementos que se alcanzan a través de la evolución de la escritura del arte. Este precepto conlleva a que la apreciacióndel arte está dispuesto en su discurso y así como el discurso puede inducir a la autonomía, a la reflexión y a la creación, con el surgimiento de las nuevas profesiones de estudio en la materia, también puede convertirse en una especie de dictadura, capaz de dirigir los mecanismos de clasificación del arte y la valoración de nuevos estilos, con el riesgo de tornarse en un método creíble queconstruya y a su vez destruya. La intención de Cordero se centra así, en presentarnos un camino tanto para afrontar los peligros de dichos métodos y producciones, como para abordar la investigación en la historia del arte, a través de campos que aunque a veces distanciados de la historia del arte están claramente inmersos en el ejercicio de su profesión: la crítica, la historiografía y la curaduría,variantes que pueden estructurar su papel en la actualidad.
El método de Cordero, para acercarnos a cada uno de estos estudios – crítica, historiografía y curaduría -, es primeramente, introducirnos en su contexto actual como disciplinas y como puentes de interacción con la historia del arte, desde algunos modelos de reflexión que en su momento habían abordado el tema. Pero para poder establecerdichos puentes, es necesario acercarse a la evolución de los mismos y definir las limitaciones que les impiden incorporarse más profundamente en la historia del arte. Es así como estructura su ensayo en tres temáticas que enriquecen el concepto de estos modelos de estudio y resuelven en parte el dilema de su ejecución en la actualidad. El primer acercamiento se refiere a la crítica como el ejefundamental entre la historiografía y la curaduría en cuanto al desenvolvimiento práctico y en cuanto a la escritura del arte. Aunque en el pasado era considerada opuesta, en el presente la crítica se ve inmersa en el campo de la historia del arte como el principal empuje de producción de su escritura, tratando de esquivar aun ese condicionamiento ante lo estéticamente correcto y aceptable, que llevaconsigo un discurso hermético. Aunque el enfoque de la crítica, presenta contradicciones entre los ejemplos que cita Cordero en su proyecto: por un lado sus aproximaciones a Elkins denotan que la crítica debe ser heterogénea y autónoma, por otro lado Barret resalta la importancia de la rigurosidad y seriedad de lo que se produce, y más allá Barolsky, conjugaría la necesidad de desarrollar unaidentidad propia como historiador, en la que para ser historiador el ideal sería reconocerse primero como escritor, adquiriendo una nueva consciencia del trabajo de su profesión. Todos están de acuerdo en que la falta de relación entre crítica e historia del arte aun presente hoy en día, especialmente en el ámbito académico, debe ser entendida como el motor para las nuevas prácticas tanto escritas...