La Formación Del Catequista Como Discipulo Y Misionero
El Evangelio de Marcos señala que Jesús llamó a sus discípulos para que, estando con él, asumieran lo que hacía y enseñaba y, de este modofueran a compartirlo con otras personas (3, 14). El discípulo es llamado para establecer una relación profunda con Cristo, implicando no solo el aprendizaje de una doctrina sino sobre todo la imitaciónde su estilo de vida y la identificación con su destino. Esta identificación con Jesús es, además, la condición para que los discípulos puedan ser enviados a anunciar y a vivenciar el Reinado de Dios.El llamado al seguimiento es al mismo tiempo una responsabilidad para la misión (Mc. 1,17 y Lc. 5, 1-11). No es posible, ser discípulo sin sentirse misionero. De ahí que Marcos enfatiza que si eldiscípulo quiere hablar adecuadamente del Maestro debe escuchar primero. “Escuchar” en el evangelio no significa “oír lo que a uno se le antoje”; escuchar significa captar quién es realmente Jesús,descubrir lo que hace, sus intensiones, sus actitudes con los más desprotegidos. Esta actitud de escucha no es fácil pues existe la eterna tentación de adaptar a Dios a nuestros propios gustos eintereses (7, 31-37).
De ahí que el discípulo, es el enviado como continuador de la obra de Cristo, es decir, el objetivo de su trabajo, no es otro que implantar el Reino de Dios. Un reino que urge quetodos lo conozcan y que al mismo tiempo es transformador.
Ahora bien, sabiendo que la labor del catequista consiste en la educación y en la maduración de la fe de sus hermanos, en esta época, surgenpara él serios retos que lo llevan a una urgente preparación en su metodología y en los contenidos de su enseñanza, pero sobre todo, en su ser de discípulo y misionero.
Hoy se necesita, transformarmuchas realidades que nos circundan, para ello, la experiencia de discípulo tiene que ser intensa, pues tanto cuanto sea esta intensidad del encuentro y de estar con el maestro, tanto cuanto será el...
Regístrate para leer el documento completo.