La gloria

1946-1958, La Gloria

Mi papá siempre fue finquero. Le encantaba el campo, los caballos, las vacas, las matas, la huerta, los árboles; y yo recuerdo muy bien la primera finquita que él compro por los lados de El Retiro.

Estamos hablando de La gloria, una finca claramente en tierra fría, montañosa, con mucho aire fresco, y con muchas oportunidades de mejoras.
La casita era una construccióncampesina con techo de bareque y pisos de tablas viejas y rotas. Afortunadamente existían en esa época Delio, Iván, y los “maestros de obra” que se dejaban ordenar pero que eran unos sabios.
A pesar de que nos instalamos en las piezas de atrás, algo incómodos pero felices, la remodelación empezó inmediatamente. Había que empezar con la cocina porque quien se iba a aguantar a Doña Mireya con lajodencia de que ella por allá no volvía porque no había donde cocinar. El viejo fogón de leña fue reemplazado por uno marca Haceb que en esos días hacían aparición en el mercado. Los estantes de madera, por gabinetes en formica color beige que era el único aceptable. La vajilla nueva marca Corona, los vasos irrompibles americanos. Que maravilla! Y Doña Mireya se tranquilizó por un ratico.
Por unratico!

El corredorcito alrededor de la casa que era un empedrado hubo que desaparecerlo.
Le hicieron un volado al techo y resulto un corredor cubierto, amplio, con ventanal hacia el jardín de rosas. Allí cabía el carrito Buick 48 por la noche, y también por las tardes nos sentábamos a tomar el chocolate con parva, y por su puesto ellos dos a tomarse sus aguardienticos.

Por supuesto, el techoviejo poco a poco fue desapareciendo. Armazón nueva, tejas nuevas grandes Eternit. El techo interior en pino cepillado, una belleza. Los baños, ojo los baños! Uno grande para la pieza de ellos, uno mas pequeño afuera para los muchachos, y uno “afuera – en el corredor de entrada” para las visitas. “Eso que la gente se le venga a orinar a uno en la taza del inodoro es un problema”, decía mi mamá. Ytenía razón. Me acuerdo mucho del letrero que hizo colocar mi papá. Un blanco con flecha: “Apunte al Blanco.”

La cortina del cuarto de ellos era verde, de un material como de lona plástica y gruesa. Se le daba un jaloncito y se enrollaba en sí misma. Por supuesto hasta el dia en que yo arreglé el cuarto. La jalé muy duro y se quedó abajo. Casi me matan!

Carlotica tenía su cuarto aparte, ylos tres muchachos uno solo. Y digo tres, porque Norman no había nacido. Fue mas tarde en el 53 cuando El Mono llegó.

Poco a poco la casita se convirtió en un palacio. Cómoda, calientica, buena la lata. Mucho cariño, pero…mucho regaño. Todo tenía que estar perfecto. Todo inmaculado. Inspección de manos, rodillas, uñas, cabezas, todos los días. Pero que diablos, que dicha!

La radiolita de mipapá era de esas de un solo disco con aguja, y por supuesto teníamos nuestra colección de 78s. El Pachito Eche, Ay Manizales del Alma, La Comparsita. El Sombrero Cordobés, etc.

“El sombrero cordobés con que adorno mi cabeza, yo le llevo – orgullosa – pregonando mi majeza”: Así cantaba mi mama, que cantaba tan bonito. Y como bailaba. Bajita, menudita, pero lindísima. Aquí la estoy viendo con suspantalones forrados que mi papá odiaba porque era celoso y ella lo toreaba, con sus blusas
de colores, mangas anchas a la muñeca, amarradas a la cintura, con sus pava española y sus zapatillas rojas con las que zapateaba. Por supuesto que ella bailaba flamenco.

La finca tenía piscina. Claro que siempre la mantenían vacía porque era imposible nadar con ese frío. Pero por supuesto habíatrampolín y había un rodadero alto al que no debíamos subirnos solos sin supervisión por temor a una caída. Y por supuesto, claro que nos subíamos, y por supuesto claro que nos caímos. Y saben que, la que se me cayó del rodadero fue Carlotica. Yo la tenía de mano, peldaño por peldaño, con mucho cuidado, con mucho cuidado, muy despacio. Pero atrás venían los otros acosando, pasándose por encima – por...