La historia como ciencia: el oficio de historiador Por Jacques Le Goff
hecho de que necesita técnicas, métodos, y que se enseña. Más
restrictivamente, Lucien Febvre dijo: ‘Califico a lahistoria como estudio
llevado científicamente y no como ciencia’. Los teóricos más ortodoxos de la
historia positivista, Langlois y Seignobos, expresaron en una fórmula
apremiante, queconstituye la profesión de fe fundamental de historiador, lo
que está en la base de la ciencia histórica: ‘Sin documentos no hay historia’.
Pero las dificultades empiezan aquí. Si el documento es más fácilde
definir y encontrar que el hecho histórico, que nunca es dado como tal sino
construido, no plantea al historiador problemas relevantes.
Ante todo, no se convierte en documento sino despuésde una
investigación y una elección. La investigación es en general cuestión no
del historiador mismo, sino de auxiliares que constituyen las reservas de
documentos con las que el historiador hade relacionar su propia
documentación: archivos, excavaciones arqueológicas, museos, bibliotecas,
etc. Las pérdidas, las elecciones de la recolección de documentos, la calidad
de ladocumentación, son condiciones objetivas, pero coactivas, del oficio de
historiador. Más delicados son los problemas que se le presentan al
historiador mismo a partir de esta documentación.
Se trata enprimer lugar de decidir lo que va a considerar como
documento y lo que en cambio va a rechazar. Durante mucho tiempo los
historiadores creyeron que los verdaderos documentos históricos eran los
queesclarecían la parte de la historia de los hombres digna de ser
conservada, referida y estudiada: la historia de los grandes
acontecimientos (vida de los grandes hombres, acontecimientosmilitares y
diplomáticos, batallas y tratados), la historia política e institucional. Por otra
parte, la idea de que el nacimiento de la historia estuviera vinculado con el
de la escritura llevaba a...
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