La Historia Con Sangre Entra

LA HISTORIA CON SANGRE ENTRA

De nuevo era 9 de abril, fecha en que se conmemora el Bogotazo, día de la insurrección desplomada –como la llamó Luis Vidales–, cuando en 1948 fue asesinado el caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán y el pueblo se sublevó produciendo una feroz asonada con saqueos, incendios y enfrentamientos, que dejaron pilas de muertos y a la ciudad como después de unacatástrofe. Una trágica fecha considerada como el inicio de la llamada Violencia en Colombia.
Eso, descontando la tradición sangrienta de nuestra nación, iniciada durante la Conquista con el cruento extermino por parte de la dominación española, continuada en las guerras de Independencia con el combate inclemente entre hispanos y americanos, que a el postre serían hispanoamericanos y verían siempre aEspaña como la madre patria.
De un lado u otro, fuera revolución de los comuneros o reconquista española, Patria Boba o Régimen del Terror, desde siempre, pero particularmente desde mediados del siglo XIX, las continuas guerras internas, la corrupción política y la ingobernabilidad han mantenido al país constantemente dividido y, como directa consecuencia, empobrecido. Los dos partidostradicionales, desde su creación, se han disputado el poder y, bien sea apoderándose de él u oponiéndose a su rival, han cometido una serie de atropellos, tanto en las múltiples guerras civiles que tuvieron su apoteosis en la Guerra de los Mil días –una de las más atroces carnicerías–, como en los periodos de calma chicha y prosperidad falaz.
La historia escrita con sangre continuó con la Masacre de lasBananeras, inaugurando tan execrable forma de genocidio que, importada de USA, echó raíces y se propagó como un virus o como la mala hierba que alguna vez también trajeron de fuera para que aprendiéramos a cultivar, procesar y traficar…
La segunda mitad del siglo XX fue vehemente en su fragor sanguinario. Al conflicto bipartidista se sumaron nuevas formas de violencia. Inicialmente la luchainsurgente de las guerrillas comunistas, aparecidas en los 60. Luego el surgimiento de la mafia del narcotráfico en los 70; cuando también, debido al fraude electoral en las elecciones presidenciales del 19 de abril de 1970, se creó el M-19, una peculiar guerrilla de índole más democrático, popular claro, que de típica orientación marxista-leninista o maoísta. Posteriormente la consolidación en los 80de los carteles de la droga de Medellín y Cali, que pasaron de la producción de marihuana a la de cocaína y afianzaron el crimen organizado en el país, creando ejércitos particulares y escuelas de sicarios para eliminar todo cuanto fuera indeseable para ellos, propiciando nuevas disputas de poder con otros actores sobre el escenario: el MAS (Muerte A Secuestradores), los Pepes (Perseguidos porPablo Escobar) y finalmente, en los 90, las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia), que engendraron la más abominable expresión del crimen: el paramilitarismo, y que parecían protagonizar una cruel película de horror jamás filmada, con torturas, atrocidades, vejaciones y perversiones que a ningún guionista en el más alterado estado de delirio se le habrían ocurrido.
A todo esto, el estado respondíade la peor manera posible: la dictadura militar de Rojas Pinilla; el tejemaneje y el juego sucio, pasando el poder de aquí para allá, durante el Frente Nacional; el Estatuto de Seguridad de Turbay, con sus flagrantes violaciones a los derechos humanos, que provocó un masivo exilio de los sobrevivientes a las desapariciones forzosas; el descalabro y la pérdida de la institucionalidad por parte delgobierno de Belisario Betancur a manos de los militares durante la toma del Palacio de Justicia, con su sangriento saldo; los fracasados procesos de paz con la guerrilla; el desangramiento producido por el terrorismo durante la declarada guerra contra el narcotráfico; el polémico proceso de desmovilización de los paramilitares, bajo la mal nombrada Ley de Justicia y Paz, firmado ya el Pacto de...